Mi nombre es Vincent un cruce de Golden y labrador retriever procedente de Leader Dog for the Blind en Rochester (Estados Unidos), gracias a un acuerdo que tienen con la Fundación Once del Perro Guía me he convertido en los ojos y la libertad de David. Vengo a contaros cual es la labor que tengo al igual que muchos colegas que año a año se gradúan convirtiéndose en ángeles de libertad, para las personas ciegas.
Me encargo de acompañar a David en su día a día sorteando obstáculos en la acera como coches, patinetes o terrazas de bares o restaurantes. Además, localizo los pasos de cebra, para poder cruzar como cualquier otro peatón, ya que en ocasiones no tienen las señales táctiles para ser localizados con los bastones. También le indico puertas, escaleras mecánicas y aquellas escaleras, aceras, bancos o sillas, mostradores, papeleras y contenedores de basura. Vamos le devuelvo la vista, como alguna vez me ha dicho mi compañero. Pero todo esto no lo hago, porque quiera, ya que no llevo GPS, David me tiene que decir las direcciones hacia dónde ir como: derecha, izquierda, esquivando todo lo que nos encontramos por delante. Sin embargo, esto parece sencillos, pero algunas personas lo hacen en ciertos momentos peligroso para mí y sobre todo para mi padre debido a que se acercan con su perro o lo tienen sin correa, me molestan tocándome el lomo, intentando darme de comer. Pues bien quiero darte unos consejos, yo Vincent, ya como aquello que debo de comer, porque David me da a mis horas y aquello que no me hace daño, tengo mis ratos libres en el parque para jugar con otros colegas perrunos. Además, si mi padre te pregunta háblale a él, ya que me indicará y caminaremos, si te solicita ayuda, acércate por su lado derecho, así voy a poder guiarlo tranquilamente. Debido a mi entrenamiento y educación junto a las “leyes promulgadas por todas las Comunidades Autónomas reconocen y garantizan el derecho de las personas ciegas o con discapacidad visual, usuarias de perros guía a acceder libremente en compañía de su perro a todos los lugares, espacios, locales, establecimientos y transportes públicos o de uso público, sean de titularidad pública o privada. Este derecho incluye el libre acceso, deambulación y permanencia del usuario en compañía de su perro guía. La denegación injustificada de este derecho de acceso constituye infracción administrativa y es sancionable por los órganos competentes en cada Comunidad Autónoma”.