La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el alcalde de València, Joan Ribó, pactaron ayer el “Manifest de Barcelona i València per l’Eix Mediterrani” (Manifiesto de Barcelona y València por el Eje Mediterráneo). Ambos hicieron un llamamiento al Ministerio de Fomento, encabezado por Íñigo de la Serna, para que dé prioridad a la construcción de las infraestructuras ferroviarias previstas para terminar el Corredor Mediterráneo. Es la primera cumbre bilateral entre ambos consistorios, gracias a la mayor afinidad política de sus mayorías tras las elecciones municipales de 2015.
Ada Colau lo calificó como un “día histórico que ha tardado en llegar” y criticó la falta de conversaciones entre los ediles anteriores en este asunto durante tantos años. El alcalde de València apuntó que se trataba del inicio de una nueva etapa de pactos entre ambos consistorios, ya que el Corredor Mediterráneo es un proyecto clave para la “economía y la sostenibilidad de ambas ciudades y de los dos territorios”. El Manifiesto firmado por ambos consistorios es el reflejo en papel de las demandas que empresarios y políticos de Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía, territorios que se verán beneficiados de este plan.
Lo que se pide, y es objetivo para el 2025, es contar con unas vías ferroviarias de ancho internacional que unan la frontera francesa con Algeciras. Es decir, conectar una de las zonas más dinámicas de España, los puertos más importantes del Mediterráneo y ciudades clave como Barcelona, Valencia, Alicante o Málaga, con el resto de Europa para aumentar la productividad, atraer inversiones, impulsar las exportaciones y encontrar mejoras en el turismo, entre otros beneficios.
Alcaldesa y alcalde se han marcado una nueva cita en València antes de finalizar este año para reunir a alcaldes de municipios que se verán beneficiados de este macroproyecto. Y, además, esta cimera tendrá carácter internacional, puesto que también acudirán ediles de las localidades francesas interesadas en el Corredor Mediterráneo.