Los barómetros los carga el diablo, y más en una semana especialmente convulsa tras la sentencia del procés catalán. La última encuesta de Sigma Dos para el diario El Mundo refleja que la situación de bloqueo del país tras las elecciones generales del 10 de noviembre seguirá presente en España si las diferentes formaciones no ceden para permitir la viabilidad de un gobierno estable. El PSOE ganaría los comicios con un 27% del voto (121 escaños) con un PP como líder de la oposición muy fortalecido. El partido de Pablo Casado, que el pasado 28 de abril reunió en las urnas el peor resultado de su historia, aglutinaría el 21% de los votos (97 escaños). La gran sorpresa de este barómetro es Vox, que se haría con la tercera posición gracias a la confianza del 11,5% del electorado (36 escaños), por delante del 12,5% de Unidas Podemos (32 escaños). Ciudadanos sería el gran perjudicado, que caería a un 9,6% (19 escaños) por la migración del voto de centro-derecha al partido de Génova 13.
Entre los partidos minoritarios, Más País sería uno de los grandes beneficiados. El nuevo partido progresista reuniría el 4,6% de los votos (siete escaños), por delante del 4,2% de ERC (16 escaños). El PNV conseguiría un 1,7% de los votos (siete escaños), frente al 1,5% de JxCAT (cuatro escaños).
Si nos fijamos en la política por bloques, el resultado es poco alentador. El bloque de centro-izquierda (PSOE, Unidas Podemos y Más País) reuniría el 44,1% y 160 escaños. El de centro-derecha (PP, Ciudadanos y Vox) aglutinaría el 42,1% del Hemiciclo y 152 escaños. Por lo tanto, el apoyo de grupos minoritarios o los grandes pactos para alcanzar un acuerdo de legislatura, gobierno o investidura se antojan imprescindibles para permitir que España, después de casi ocho meses de bloqueo, tenga un Gobierno con plenas capacidades para hacer política bajo el control del Parlamento.