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La Familia Real, aclamada en el desfile de un 12-O con la sentencia del “procés” de fondo

La Familia Real en la tribuna de autoridades en en desfile del Día de la Hispanidad 2019.

El desfile del Día de la Hispanidad ha vuelto a mostrar las emociones de la ciudadanía española. De los abucheos a la llegada del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, minutos antes de los Reyes de España, que recibieron los aplausos y vítores de los asistentes, a la preocupación contenida en un grito con el choque del paracaidista que portaba la bandera de España con una farola a escasos metros de la tribuna de autoridades. 

En el desfile han intervenido 4.500 efectivos, 76 aviones y unos 100 vehículos de combate que han ido de la plaza de Cuco a Nuevos Ministerios. La comitiva empezó algo accidentada, pues el miembro de la Brigada Paracaidista que portaba la bandera de España se chocó con una farola a pocos segundos de tomar tierra. La Patrulla Águila volvió a teñir el cielo de gualda y amarillo en un nublado cielo de la capital y se estrenaron las tropas de Senegal, Mauritania, Mali o Líbano como invitados al desfile entre los militares y las Fueras de Seguridad del Estado. 

Sánchez tuvo que aguantar, por segundo año consecutivo, abucheos a su llegada a la Plaza de Lima. Frente al estadio Santiago Bernabéu se pudieron escuchar gritos como "Fuera, fuera" o "El Valle no se toca". Sin embargo, no fueron tan intensos como los del año pasado, cuando solo habían pasado cuatro meses de la moción de censura a Mariano Rajoy. 

Los Reyes de España fueron acogidos en torno a las 11.00 horas entre aplausos por los ciudadanos allí congregados a su llegada en el Rolls Royce negro de Casa Real, escoltados por la Guardia Real a caballo. El rey Felipe VI, que iba uniformado con el traje de capitán general de la Armada Española, fue recibido por Sánchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Fernando Alejandre; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. 

Cuando terminó el desfile, la Familia Real volvió a despedirse de las autoridades y de los dos paracaidistas que portaron la bandera, en especial del que tuvo el accidente. Aparentemente emocionado, recibió el apoyo de los Reyes, la Princesa y la infanta Sofía, que le aplaudieron esporádicamente. "No te preocupes", se pudo leer en los labios de doña Letizia. El Rey también se acercó para decirle algo al oído. Una vez se montaron en los coches oficiales, encarrilaron la Castellana dirección el Palacio Real, donde ofrecerían la habitual recepción a autoridades y civiles, ya sin la presencia de sus hijas. 

Entre las autoridades invitadas estuvieron el presidente del PP, Pablo Casado, junto a su esposa; el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que no iba acompañado; o por primera vez el presidente de Vox, Santiago Abascal, también acompañado por su esposa. El Gobierno en funciones al completo también participó en el acto, así como los presidentes autonómicos a excepción del lehendakari Íñigo Urkullu y el presidente de Cataluña, Quim Torra. Tampoco estuvo, como es habitual desde que está en primera línea de la política española, el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. 

El desfile del Día de la Hispanidad se produce a escasas 48 horas de que el Tribunal Supremo haga pública la sentencia del procés catalán. Don Felipe volverá a ser el máximo representante de la unidad de España ante un desafío soberanista que puede recrudecerse con las condenas a los 12 líderes independentistas, alentado por el bloque secesionista que exigirá la ruptura con el Estado y la "desobediencia civil masiva" si no se absuelve a los presos. 

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