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PSOE y Unidas Podemos finalizan cuatro horas y media de reunión sin avances para la investidura

El equipo negociador del PSOE -Carmen Calvo, María Jesús Montero y Adriana Lastra-, antes de la reunión con Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados.

Las posiciones del PSOE y Unidas Podemos para intentar salvar la investidura de Pedro Sánchez parece que están más enrocadas que nunca. Tras casi cinco horas de reunióin entre los equipos negociadores de sendas formaciones, los actores políticos presentes en la reunión que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados aseguraron que no se había avanzado en el acuerdo y según la portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Adriana Lastra, seguirán dialogando estos días para intentar superar las "diferencias" que les separan. 

Desde ambas formaciones se acusan mutuamente del inmovilismo y el interés partidista que se pone encima de la mesa. El PSOE sueña con un gobierno monocolor en minoría sustentado en un acuerdo programático con Unidas Podemos porque "un gobierno en coalición caería por su propio peso por diferencias en temas de Estado", mientras que los de Iglesias ven en ese gobierno en coalición "la única forma de supervisar que se cumple lo pactado". 

La portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Ione Belarra, mostró su preocupación por no haber avanzado nada en toda la tarde y aseguró que "solo han venido a presentarnos un programa electoral".  Es más: aseguró que la única opción que se le planteó es la de "partido único". Belarra también criticó la "inamovible posición del PSOE, en la que se mantenían".

La vicesecretaria general del PSOE y portavoz del partido en la Cámara Baja, Adriana Lastra, reforzó la idea de que Unidas Podemos ocupe puestos de responsabilidad fuera del Consejo de Ministros. "Creo que es un acuerdo que es factible", aseguró ante los medios mientras que se mostraba relativamente tranquila porque "nos hemos sentado a hablar" porque no consiste en que haya "vencedores y vencidos".

España se acerca lenta e irremediablemente a unas nuevas elecciones, las cuartas en cuatro años, el próximo 10 de noviembre. Sin acuerdo a la vista, el 23 de septiembre las Cortes Generales quedarán automáticamente disueltas por Felipe VI y se convocarán unos comicios con más sombras que luces y con la única certeza del fracaso de la democracia por la inacción de dos partidos elegidos por los ciudadanos y por su deseo de que sus sueños se vieran reflejados en las acciones de un gobierno que nunca llegó a formarse. 

Ayer se reunieron nueve personalidades políticas con relevante peso en la vida democrática del país. Por parte del PSOE estuvo la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; y la portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Adriana Lastra. Por parte de Unidas Podemos hubo el doble de negociadores: el secretario de Acción de Gobierno de la formación morada, Pablo Echenique; la portavoz adjunta del partido en la Cámara Baja, Ione Belarra; y, de las confluencias de difernetes partidos en la coalición parlamentaria con Unidas Podemos, Yolanda Díaz (Galicia en Común), Jaume Asens (En Comú Podem), Enrique Santiago (IU) y Juan López Uraide (Equo). 

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