La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, visitó ayer el Archivo General Histórico de la Defensa, acompañada del subsecretario Alejo de la Torre.
Este centro, que es uno de los ocho archivos históricos de la Defensa declarado Archivo Nacional, es el encargado de custodiar, conservar y difundir los documentos que se generan en el Ministerio y en sus organismos dependientes. Cuenta con siete depósitos documentales, distribuidos en una superficie de 3.304 metros cuadrados, que suman 25 kilómetros de estanterías.
La jornana, en la que también ha estado presente el secretario general técnico, Emilio Fernández-Piñeyro, ha estado guiada por la subdirectora general de Publicaciones y Patrimonio Cultural, Margarita García Moreno, y el jefe del Archivo Histórico de Defensa, coronel Alberto Cutanda. Como expertos, han detallado a Robles cómo fueron los orígenes de este centro y su funcionamiento.
Además, se han detenido en algunos de los expedientes más interesantes que se custodian en las instalaciones. Robles ha podido ver el expediente de Miguel Hernández, el relativo a la condena de Julián Besteiro, y los oficios que dieron cuenta del fusilamiento de las llamadas ’13 rosas’, con los que la ministra ha reconocido sentirse “sobrecogida”.
“Tener entre las manos la acreditación documental del fusilamiento de estas mujeres, no deja de producir una sensación francamente dura”, ha asegurado la titular del Departamento.
Robles también ha tenido oportunidad de conversar con algunas de las personas que se encontraban en la sala de investigadores y ha indicado que “vamos a intentar digitalizar el mayor número de documentos” para protegerlos del paso del tiempo.