Según ha informado la propia Compañía, el buque ha sufrido un fallo técnico, lo que ha provocado su colisión contra el muelle.
La rotura de las tuberías de abastecimiento de combustible a buques, que se produjo al embestir el ferry contra el dique de Nelson Mandela, ha provocado una mancha de cerca de 3 kilómetros de extensión. El vertido se va alejando de la costa, por lo que no se prevé que haya peligro en la zona. Sin embargo, dicho vertido ha obligado a la paralización de la desalinizadora, que abastece de agua potable a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, además de activarse el plan de emergencia por riesgo de contaminación marina, tanto en la capital gran canaria como en la localidad de Telde.
El cese de la actividad de la planta desalinizadora ha dejado sin suministro de agua al barrio de Jinámar, y se está a la espera de la valoración de un comité de seguimiento del vertido, para poder reiniciar el servicio de la planta desalinizadora.
Los 140 pasajeros, que pasaron la noche en hoteles de la capital gran canaria, han logrado volver a Tenerife en el primer barco de la naviera Armas.
El Servicio de Urgencias Canario (SUC) ha prestado asistencia médica a 13 pasajeros, 12 de ellos, por contusiones leves o crisis de ansiedad y otra persona, con pronóstico moderado, con contusiones cervical y dorsal. 5 de ellos han requerido traslado a centros hospitalarios, 4 al Hospital Santa Catalina y 1 al Hospital Universitario Insular-Materno Infantil.