Los supuestos cabecillas de la Operación Oikos se han negado a declarar, mientras que el Ministerio Público ha solicitado la prisión preventiva con una fianza que asciende hasta los 100 euros para cada uno. Mientras que Borja Fernández, otro de los relacionados, ha quedado en libertad sin cargos.
Por el momento, han comparecido ante el juez seis de los detenidos, de entre los veintiún implicados, por presuntos amaños en partidos de Primera y Segunda División del fútbol de España. Y por el momento se contabilizan los delitos de corrupción, blanqueo, estafa y organización criminal.
Los dos implicados que podrían entrar en prisión son el principal sospechoso, Raúl Fernández, ex jugador del Real Madrid y de la Selección Española de Fútbol; y Carlos Aranda. Los dos han sido considerados los cabecillas por la Unidad de Delitos Económicos y Violentos.
EL PRESIDENTE DEL HUESCA EN LIBERTAD CON CARGOS
Además, ambos investigados por la UDEV se han negado a declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Huesca. Ángel de Pedro, que investiga los hechos, considera que la situación de secreto de sumario que pesa sobre la causa perjudica el derecho de los acusados a una defensa efectiva.
[Sumario]
Además, a lo largo de la mañana y de la tarde de ayer, 30 de mayo, ha salido en libertad con cargos por corrupción y cooperación en estafa el presidente de la Sociedad Deportiva Huesca, Agustín Lasaosa. Pero tiene el compromiso del pago de una fianza de 50 euros, retirada del pasaporte y obligatoriedad de presentarse en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.
El letrado se ha referido a la existencia, por las investigaciones de la UDEV, de tres niveles de implicación. En los hechos se distinguen: desde el menor grado de presunta participación de Lasaosa, Galindo y Borja Fernández; al medio por cooperación de Iñigo López, de la Real Sociedad; y al mayor de Raúl Bravo y Carlos Aranda, los supuestos cabecillas por organización.
Pero… ¿Cómo empezó toda la Trama Oikos? La investigación se inició a partir de una denuncia de la Liga de Fútbol Profesional, en relación al presunto amaño del partido Huesca-Nástic. Este encuentro deportivo generó unas apuestas en torno a 1,2 millones de euros, al menos diez veces más que las habituales para un partido de Segunda División.