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¿Cómo funcionaba la trama de amaño de partidos?

Solían contactar con el capitán de los equipos con los que jugarían.

Desde el ex madridista Raúl Bravo hasta el presidente y el jefe médico del Huesca. Estos tantos personajes como otros futbolistas están acusados de influir de manera decisiva en partidos de fútbol para ganar apuestas. Todo un bombazo informativo que ha dejado helados tantos a los hinchas como a cualquiera que se precie a tener un mínimo atisbo de honradez.

Varios jugadores de fútbol han sido detenidos por amañar partidos de fútbol. Tanto Raúl Bravo, como Borja Fernández e incluso el presidente del Huesca han sido puestas a disposición judicial. ¿La razón? Estar inmersos en una trama que se dedicaba a ajustar los resultados de partidos de Primera y Segunda División en beneficio de apuestas.

Supuestamente, el cabecilla se trataba de Raúl Bravo, ex jugador del Real Madrid y de la Selección Española de Fútbol. También están implicados Borja Fernández, del Real Valladolid; Carlos Aranda, ex jugador de varios equipos de fútbol de Primera División; Samuel Saiz, jugador del Getafe; e Iñigo López Montana, que pertenece al club deportivo de La Coruña y que era también jugador del Huesca.

LOS PASOS QUE SEGUÍA LA TRAMA DE AMAÑOS DEPORTIVOS

Toda una organización que tenía su propio sistema. Cuatro pasos que caracterizan a esta trama de amaños, que van desde que se elige el partido hasta la decisión del resultado. Por ejemplo, en la primera fase, en la que se seleccionaba el partido para amañar en distintas casa de apuestas. Los encuentros solían concordar con el principio o el final de la temporada.

[Sumario]

Después, en segundo lugar, se pasaba a las apuestas. Lo que se hacía era fijar las apuestas combinadas. Desde el resultado, al final, número de córneres o tarjetas. De esta manera lograban que el margen de ganancia fuera mayor.

Para encontrarse con el tercer paso, el de la captación. Lo que se trataba era de contactar con la plantilla del equipo implicado. Normalmente la trama hablaba con el capitán, y una vez estos entraban en este particular juego, acordaban las cantidades que se repartirían de la ganancia en las casas de apuestas.

Por supuesto el pago siempre se hacía en cash. O sea, en metálico. Y acostumbraban a adelantar el dinero para la primera parte del pago y de las apuestas. El último paso, el cuarto, solo consistía en entregar la segunda parte del dinero acordado, al finalizar el partido con el resultado convenido.

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