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Los debates electorales toman el pulso a los candidatos a presidir España en una semana decisiva

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Ejecutivo.

Esta semana es decisiva para el futuro de España. En seis días tendrán lugar las 13º elecciones generales de la historia de la democracia del país, unas de las más importantes desde la Transición. Los candidatos a la Presidencia del Gobierno lo saben, y por ello están preparándose concienzudamente los dos debates que tendrán lugar hoy y mañana en RTVE y Atresmedia. 

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lleva todo el fin de semana encerrado en la sede del partido de la calle Ferraz de Madrid. Las encuestas apuntan a que los socialistas serán los más respaldados en las urnas y serían los claros ganadores de los comicios, pero no sería suficiente para alcanzar la ansiada mayoría absoluta. Es el candidato que más fuerte llega a los dos debates, y sabe que todos irán a por él.

El presidente del PP, Pablo Casado, es uno de los aspirantes a La Moncloa que más se juega. A pesar de que los populares se muestran seguros de que obtendrán un buen resultado electoral, los barómetros no apuntan a ello. Como objetivo primordial se han marcado ser el referente del centro-derecha y evitar la sangría de votos en favor de Vox. Por lo tanto, el vicesecretario de Comunicación del PP, Javier Maroto, lleva encerrado en el despacho del presidente del PP con Casado desde ayer -a pesar de que su líder quería asistir ayer a una corrida de toros-. Estos dos debates son decisivos para Génova 13, pues algunos expertos apuntan a que podría enfrentarse a una refundación o incluso a un cambio de estrategia que marcara distancias con respecto a Ciudadanos y al partido de extrema derecha. 

Los de Unidas Podemos se muestran seguros ante los dos debates. Su secretario general, Pablo Iglesias, es un experto en este tipos de escenarios y las encuestas podrían cambiar gracias a sus dos intervenciones. Los morados están tranquilos porque su líder lleva todo el fin de semana en su chalet de Galapagar preparando las ideas que mostrará ante las cámaras. Iglesias hará una pregunta clara al todavía presidente del Gobierno: "Si reunieran los escaños suficientes, ¿pactaría un gobierno con Ciudadanos?", una pregunta difícil para el socialista, que se jugaría una gran cantidad de votos con esta respuesta. 

Albert Rivera se encuentra cómodo en los debates. El presidente de Ciudadanos lleva todo el fin de semana estudiándose los datos que manejan en la formación naranja para evitar que haya cabos sueltos. Los naranjas han puesto en sus listas electorales nombres con fuerza y transcendencia política para atraer el voto de los defraudados con la gestión de Mariano Rajoy durante casi seis años y medio de gobierno y con los desencantados con las "cesiones" al independentismo catalán con Sánchez en los últimos 10 meses en La Moncloa. Por ello, Rivera intentará mostrar una aparente imagen de fortaleza para defender la unidad territorial, la bajada general de impuestos y seguridad ante la irrupción de la extrema derecha. 

Los de Vox se la juegan. Su presidente, Santiago Abascal, se ha mostrado reacio a aparecer ante los medios de comunicación hasta que empezó la campaña electoral el pasado 12 de abril. No obstante, jugará las cartas que le llevaron a sacar 12 escaños en el Parlamento de Andalucía gracias a los 400 votos que le dieron los andaluces: inmigración, unidad de España, ataques a derecha e izquierda… Un discurso que cala en la población pero que hay que examinar hasta qué punto tiene su influencia en la actualidad efectiva de la política española. 

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