La Junta Electoral Central (JEC) ha dado un ultimátum al presidente de Cataluña, Quim Torra, después de que rechazara retirar la simbología independentista de las instituciones catalanas: o cumple su petición en un plazo máximo de 24 horas o se enfrentaría a un posible delito de desobediencia. La JEC quiere velar por la neutralidad que deben salvaguardar todos los edificios e instituciones pertenecientes al Estado en una época electoral como la que se avecina en los próximos dos meses. Por lo tanto, en el caso de que Torra no acatara dicha peticióm, se enfrentaría a responsabilidades «administrativas y, en su caso, penales".
La Junta ha remitido un escrito al Palau de la Generalitat esta mañana en la que ha recordado que "las banderas esteladas simbolizan las aspiraciones de una parte de la sociedad catalana". Además, apela a la responsabilidad de los políticos catalanes, pues "las autoridades públicas deben respetar la neutralidad política durante los procesos electorales", en relación a los lazos amarillos. "El principio democrático no puede desvincularse de la primacía incondicional de la Constitución", añade.
El delito al que Torra se enfrentaría si no retira los lazos amarillos y las esteladas de los edificos públicos, la desobediencia, conlleva una pena de inhabilitación en el caso de que un juez ratificara la sentencia a la que fuera condenado. Una inhabilitación que ya padece otro expresidente de la Generalitat, Artur Mas, por la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014.