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El Gobierno rompe el diálogo con los secesionistas y no hará más cesiones

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, durante la comparecencia tras el Consejo de Ministros.

El Gobierno ha reconocido que "no es asumible" el trato y las peticiones procedentes del Govern de la Generalitat de Cataluña por lo que esta mañana, en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha anunciado que las negociaciones se han roto. La mano derecha de Sánchez ha lamentado que los independentistas "no aceptan" las propuestas del Ejecutivo: convivencia, diálogo y ley, en la que el derecho de la autodetermianción no está amparada.

A pesar de que el Ejecutivo aceptó la figura del "relator" para que diera fe de los temas tratados en las relaciones bilaterales Estado-Generalitat y de ceder ante Quim Torra en numerosas ocasiones, no han sido las suficientes para el bloque independentista. Buenas caras durante las fotos en los encuentros y pocos avances. "Durante años se pidió diálogo. Lo hemos hecho. Si esto no es suficiente, hay que parar", ha asegurado Calvo. 

Las palabras de la vicepresidenta Calvo, a continuación:

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también se ha querido pronunciar es su perfil oficial de Twitter:

Por lo tanto, el Gobienro se enfrenta la semana que viene a una de las más difíciles desde que Sánchez llegara a La Moncloa, hace ya ocho meses. El Congreso acogerá la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado 2019 (PGE), unas cuentas que no tienen el respaldo de la mayoría de la cámara y que los independentistas no apoyarán. "Será muy difícil explicarle a los españoles que en esta situación no se apoyan los presupuestos que están para mejorar la vida a la gente", ha lamentado la propia Calvo. Sánchez solo cuenta con el férreo apoyo -y con algunas quejas- de su socio prioritario, Unidos Podemos, pero no es suficiente. De los 178 escaños necesarios para sacar adelante las cuentas, solo cuentan con 151. El bloque independentista, cuyos votos serían indispensables si el resto de partidos de la moción de censura volvieran a respaldar al Gobierno. Por lo tanto, Sánchez se enfrentaría a dos situaciones: prorrogar las últimas cuentas del gobierno de Mariano Rajoy o adelantar elecciones, algo que no se descarta. No obstante, fuentes cercanas al presidente aseguran que la opción de gobernar a base de decreto-ley es la opción que suena con más fuerza. 

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