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La entrevista oportunista a ‘El Cuco’ hunde a Ana Rosa Quintana

Ana Rosa Quintana o como el morbo puede volvérsele en contra

Se cumplen 10 años desde la muerte y desaparición de Marta del Castillo, sin que los que acabaron con su vida hayan permitido a los padres encontrar el cuerpo de su hija para darle sepultura. Años de sufrimiento que han cambiado la vida para siempre de una familia unida y feliz antes de que la desgracia se cebase con ellos.

El morbo por encima de la información periodística

Ana Rosa Quintana no podía dejar pasar el aniversario sin escarbar en el morbo y apuntarse el tanto de dudoso gusto, de entrevistar a uno de los testigos presenciales y encubridor del asesinato y ese es el tristemente famoso “Cuco”, el menor que contaba entonces 15 años y que fue condenado a 3 años de internamiento en un centro de menores.

No es suficiente con el seguimiento exhaustivo del pobre bebé de 2 años que cayó a un pozo en Málaga. Ana Rosa quiere más y por eso ha trasladado a un redactor y a un cámara al pueblo francés de Ronhac en la Provenza francesa, a pocos quilómetros de Marsella, donde ahora reside Francisco Javier García Marín, que así se llama el condenado por encubridor del crimen.

Sabíamos desde 2017 por El Español, que allí residía El Cuco y el otro implicado Samuel Benítez, uno trabajando como modelo y el otro como escultor, tratando de olvidar lo que hicieron y sin confesar lo que realmente saben y que podría arrojar luz y consuelo a los padres de Marta.

Una entrevista vergonzosa y vergonzante

Al principio El Cuco no quería saber nada del reportero pero más tarde ha accedido, las redes sopechan que porque se le ha pagado un buen dinero para que hablase. Se ha presentado con capucha, pasamontañas y gafas oscuras que hacían imposible reconocerlo, por lo que podía ser El Cuco o un extraterrestre que pasaba por allí.

No solo no ha dado ningún dato nuevo sino que con todo su cuajo ha dicho: "Se hicieron las cosas muy rápidas y no se hicieron bien. Ese ha sido el problema de todo esto. Mi condena fue para callar las bocas porque la gente quería venganza y había que darles una cabeza". Ahí queda eso. Él es un inocente, un pobre chaval al que la justicia tomó como cabeza de turco y el reportero ni siquiera ha osado contradecirle.

Según cuenta ahora El Cuco, cree a Miguel Carcaño cuando afirma que fue su hermano quien mató a Marta y ahí han quedado sus “declaraciones” que seguro hoy tendrán una segunda parte, totalmente estéril, ya que si no ha hablado ante la justicia, no lo va a hacer ahora que ya ha pagado su corta pena. ¿Qué pensarán los padres de Marta de lo que ha hecho Ana Rosa? ¿De qué sirve algo tan vergonzoso?

Las redes sociales piden el boicot al programa.

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