El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho frente a los múltiples frentes a los que el Ejecutivo se ha enfretnado desde que accedió al Palacio de La Moncloa el pasado junio. Tras el último Consejo de Ministros del año, el socialista ha anunciado que su intención es agotar la legislautra porque "España necesita estabilidad" y ha evitado fijar un horizonte electoral que algunos proclaman cercano. Además, no ha descartado que se vuelva a apoyar en los partidos independentistas del Congreso -PDeCAT y ERC- en una hipotética nueva sesión de investidura.
Desde la sala de prensa de La Moncloa, Sánchez ha ensalzado su labor al frente del país y ha indicado que "España ha cambiado a mejor". El presidente, en un ejercicio de valorar el trabajo de su equipo de gobierno, ha asegurado que han hecho más "en siete meses que el anterior Gobierno en siete años". Tanto a nivel económico como judicial, Sánchez no ha criticado ninguna decisión que se haya tomado en el último medio año a pesar de pertenecer al gobierno de Mariano Rajoy.
Sánchez se ha erigido como "un constitucionalista con la mirada amplia" y ha apostado por el diálogo y la convivencia para superar los problemas. Además, ha indicado que es necesario alejarse de aquellos que quieren "vivir del problema" generando crispación, en una clara alusión al PP y Ciudadanos. Y sobre el centro-derecha ha centrado parte de su comparecencia, pidiendo a los españoles de que "tomen nota" de su alianza con Vox para presidir la Junta de Andalucía. El presidente también advirtió de que garantizaría todas las libertades posibles "con los instrumentos de los que dispongo". Por último acusó al líder de la oposición, Pablo Casado, de no tener una relación cordial con él por el bien de España. "Lo único que recibo de él es 'presidente golpista", ha lamentado el secretario general del PSOE.
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Comparecencia del presidente del Gobierno, @sanchezcastejon, posterior a #CMin.
https://t.co/ycVmssUbJ7— La Moncloa (@desdelamoncloa) 28 de diciembre de 2018