Pedro Sánchez no se da por vencido. A pesar de que los Presupuestos Generales del Estado 2019 (PGE) están "más lejos de ser aprobados" en boca de Pablo Iglesias, el Gobierno no plantea un adelanto electoral a corto plazo. Según fuentes cercanas a La Moncloa, "aún hay margen y espacio", aunque algunas fuentes apuntan a la dificultad que significaría que Sánchez gobernara con una prórroga de las líneas presupuestarias del exministro popular de Hacienda Cristóbal Montoro.
El Ejecutivo espera que la petición de cárcel para la cúpula secesionista catalana en el juicio del procés por parte de la Fiscalía y la Abogacía del Estado se pase y los ánimos en el independentismo se calmen. Aunque el presidente de Cataluña, Quim Torra, negó que fueran a apoyar los Presupuestos, sí que dejó la puerta abierta a que haya diálogo entre el Estado y la Generalitat. Esta sería la vía de los socialistas para intentar convencer a los dos partidos catalanes en el Congreso -ERC y PDeCAT- de que los Presupuestos beneficiarán a la comunidad autónoma.
Es más, a ninguno de los partidos que mostraron su apoyo a Sánchez para censurar a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno le beneficia un adelanto electoral. La sombra de un gobierno en coalición entre PP y Ciudadanos se cierne sobre el Congreso, y esto solo significaría un endurecimiento de la relación con Cataluña y la reimplantación del artículo 155 en la Generalitat.