El gesto del Gobierno presionando a la Abogacía del Estado para que no culpara a la cúpula independentista del procés por rebelión y sí por malversación y sedición no ha gustado al Govern. El presidente de Cataluña, Quim Torra, anunció ayer que no apoyará los Presupuestos Generales del Estado 2019 (PGE) porque, aunque hace un mes le pidió una solución para que Cataluña pudiera autodeterminarse, la respuesta del Estado ha sido "200 años de cárcel" entre todo lo que pide la Fiscalía y la Abogacía. "Hoy el Gobierno ha perdido una oportunidad de oro para sacar de los tribunales el conflicto de Cataluña y devolverlo a la política, que es donde debería estar", aseguró.
El independentismo se concentró a las puertas de la prisión de Lledoners, donde vive desde hace unos meses el exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras. El actual vicepresidente, Pere Aragonès, descartó que se pueda dar ningún gesto por parte de la Generalitat y tachó de "imposible" que se puedan negociar las líneas presupuestarias. El presidente del PDeCAT, David Bonheví, se unió a la actitud de protesta y anunció que su partido se opondrá a los Presupuestos en el Congreso. "Es evidente que ante este escenario no hay nada que negociar", aseveró el líder del partido.
La cuenta oficial de JxCAT compartió el siguiente momento en Twitter:
?? president @QuimTorraiPla: "Fa un mes vaig demanar al president @sanchezcastejon que plantegés una oferta política al @govern. I avui la resposta de l'Estat espanyol són més de 200 anys de presó. Nosaltres li retirem el suport i li diem que no votarem els pressupostos"#NoATot pic.twitter.com/ygEoZTUIQ3
— Junts per Catalunya ?? (@JuntsXCat) 2 de noviembre de 2018
Unas 200 personas acudieron a la concentración, no autorizada, convocada para las seis de la tarde. Se pudieron escuchar gritos como "Libertad", "Os queremos en casa" y "Fuera la bandera española". Además de la bandera catalana, también estuvieron presentes las de los países en los que están viviendo los que huyeron de la justicia española días después de proclamar la fallida República de Cataluña, como Puigdemont, Comín o Rovira.