Pedro Sánchez y Pablo Igleisas acordaron ayer una batería de medidas sociales en el palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno recibió al que puede que sea su principal socio de la legislatura –el secretario general de Podemos llegó a afirmar que estaban dispuestos a "cogobernar con el Ejecutivo en el Parlamento"-, algo que puede hacaer más libiana la minoría con la que cuenta el PSOE en el Congreso de los Diputados.
Esta, por lo tanto, se convirtió en la primera reunión oficial entre Sánchez e Iglesias. Entre ambos líderes se pudo observar una gran complicidad. Entre las medidas acordadas se encuentran una bajada de los impuestos a los productos de primera necesidad -que se tendrá que negociar en las próximas semanas-y una bajada de las cuotas a los autónomos, en primer lugar. Tras ver que Sánchez se comprometía a llevarlas adelante, Iglesias planteó una revalorización de las pensiones con el IPC en 2018, aumental el gasto en educación -como bajar las tasas universitarias y aumentar el número de becas- y un nuevo horizonte en el sector de la vivienda en el que se intentará regular el elevado precio del alquiler. En cuanto a la exhumación de Francisco Franco, se acordó crear un museo de la memoria y retirar la medalla policial y la pensión a Billy El Niño.
Con todas estas medidas presentadas por Podemos y aceptadas por Sánchez, parece que el Gobierno está más cerca de aprobar los próximos Presupuestos Generales del Estado. La reunión duró dos horas y media. En boca de Iglesias, "para dos horas y media es un buen comienzo". Es decir, Podemos ha quedado conforme con el paso adelante que ha dado el Gobierno. No obstante, este primer avance no significa que el partido morado haya saciado su sed politica; este es solo el comienzo. Ahora solo falta esperar a que se cumplan todos los acuerdos a los que se llegó ayer en La Moncloa, que está en el aire, condicionado por la capacidad económica del país y la situación política que se vive.