El lehendakari, Íñigo Urkullu, visitó el pasado martes al exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, en la prisión de Lledoners, donde vive desde principios de julio. La visita´de carácter privado, duró dos horas. Según fuentes cercanas al mandatario vasco, el político estaba tranquilo y le confesó que se sentía cómodo al estar más cerca de su familia.
La agenda del exvicepresidente está repleta de visitas. Esta misma tarde será la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien visitará al secesionista en la cárcel. Aparte de la exvicepresidente, la dirigente vivsitará al exconseller de Interior Joaquim Forn.
Este encuentro siempre estuvo en el aire. Era posible que se llevara a cabo. Es conocida la estrecha relación que Urkullu mantiene con políticos catalanes. Incluso adquirió un papel moderador entre el independentismo y el Gobierno central ante cucestiones como el referéndum ilegal del 1-O o la declaración de independencia del 27 de octubre. El lehendakari siempre se ha situado al lado del ala moderada del secesionismo catalán, posición que ocupa ERC o la exlíder del PDeCAT, Marta Pascal, que renunció a la dirección del partido el pasado julio.