El juez Pablo Llarena ha rechazado la extradición del expresidente catalán Carles Puigdemont por un delito de malversación. Es decir, que no ha aceptado la entrega limitada que los juzgados de Schleswig-Holstein ofrecen a España, en la que devolverían a Puigdemont acusado de un delito de malversación y no de rebelión como quiere la Justicia española. Además, el magistrado ha retirado la euroorden de detención de los seis políticos catalanes fugados: Carles Puigdemont, Luís Puig, Meritxell Serret, Clara Ponsatí, Toni Comín y Marta Rovira.
Llarena ha lamentado la "falta de compromiso" de sus colegas alemanes porque los líderes catalanes habrían podido quebrantar "el orden constitucional español". Además, ha descartado que acuda al Tribunal de justicia de la Unión Europea. La Fiscalía española ha condenado el tribunal alemán por haber incumplido "el marco jurídico europeo" y que no puede condicionar la relevancia de unos hechos que no han ocurrido en el país que recibe la famosa euroorden.
Esto indica que los seis líderes secesionistas podrán disfrutar de plena libertad en el extranjero. No obstante, si pisaran suelo español sería activada la orden de busca y captura. El expresidente catalán y los otros cinco exdiputados catalanes no podrán pisar España, si no quieren ser detenidos y juzgados, hasta que pasen 20 años y los delitos por los que se les investigaría hayan prescrito.