El buque de la ONG Open Arms encallará en Barcelona el próximo miércoles 4 de julio. Los 60 inmigrantes rescatados en la mañana del pasado sábado a 33 millas de la costa de Libia podrán tocar tierra barcelonesa después de que su alcaldesa, Ada Colau, ofreciera su ciudad como nuevo punto de acogida de los rescatados. Además, Colau aseguró que hará "lo imposible para que no entren en el CIE" en una entrevista a Catalunya Radio ya que, según la alcaldesa, "no sirven para nada" porque no respetan los derecho humanos.
Según fuentes cercanas a la ONG, los inmigrantes están "tranquilos" tras la aprobación por parte del Gobierno de Sánchez ha permitido que desembarquen en España. El Ministerio de Fomento recibió la petición de Salvamento Marítimo de acoger, como hace unas semanas Valencia con la flota del Aquarius, a nuevos inmigrantes.
El Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y el Ejecutivo trabajarán de forma unánime para crear una actuación común frente a la crisis migratoria que azota el Mediterráneo. En este viaje están siendo trasladados ocho palestinos, ocho de Sudán del Sur, tres de Mali, cinco sirios, uno de Burkina Faso, otro de Costa de Marfil, cuatro eritreos, ocho egipcios, tres de República Centroafricana, dos de Camerún, dos etíopes, seis libios, ocho de Bangladesh y un guineano.