El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha enfretando a la segunda sesión de control al Ejecutivo esta mañana en el Congreso de los Diputados. Tras explicar cuál será la postura de España en el Comité Europeo del próxio 28 y 29 de junio, el presidente ha confesado en una conversación informal con los periodistas a su salida del hemiciclo que quiere que la exhumación de los restos de Francisco Franco les pille "trabajando". Sánchez, por lo tanto, ha aludido a las vacaciones de verano como fecha tope para trasladar el féretro del dictador del Valle de los Caídos, por lo que se daría en el mes de julio.
Fuentes cercanas al Gobierno han reconocido que la exhumación se producirá el próximo mes. La forma más rápida para que fuera una realidad sería la aprobación de un Real Decreto que cuenta con el apoyo de la mayoría parlamentaria. El PSOE preguntará en los próximos días a la familia Franco en qué cementerio quieren que descansen los restos del dicator. Por lo tanto, el presidente del PSOE haría realidad una petición que se ha hecho a los sucesivos gobiernos a lo largo de 40 años de democracia.
El Valle de los Caídos, una vez realizada la exhumación, pasará a ser un lugar de memoria histórica para todas las víctimas de la Guerra Civil y de los casi 40 años de franquismo de ambos bandos, no solo del lado del caudillo. Es decir, un lugar de recuerdo por igual para todos los fallecidos.