Está demostrado que los animales de compañía proporcionan ayuda terapéutica a los pacientes, tanto física como mental o emocional.
Diversos estudios recientes han resaltado la eficacia de utilizar mascotas en el ámbito de la sanidad, ya que reducen la presión arterial, el estrés o el miedo que sufren muchos pacientes, haciendo que tengan una actitud más positiva frente a los tratamientos, junto con un buen estado de ánimo.
Sin embargo, a pesar de que la terapia asistida con perros comenzó hace más de 20 años a nivel mundial, su implantación en España se desarrolla de forma muy lenta. No obstante, uno de los ámbitos en el que más se está viendo su utilidad es en el dental. Y es que la inevitable y necesaria visita al dentista es temida por muchas personas, a las que suele causar nervios y ansiedad, y sobre todo por los niños, ya sea por el ruido de la maquinaria o por experiencias previas de dolor. Así mismo, un niño es más sensible, más inquieto y más imprevisible, por lo que resulta más difícil de controlar en la silla. Pero se ha comprobado que poder contar con la compañía de un amigo de cuatro patas ayuda a distraerse y a perder el miedo, proporcionando confianza y seguridad.
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La clínica dental Santa Clara de Asís (situada en el madrileño municipio de Navalcarnero) es una de las pioneras en España en incorporar las intervenciones asistidas con perros en su labor diaria, contribuyendo a que los niños y los pacientes con miedo al dentista se relajen y disfruten de la compañía del animal mientras los doctores realizan su trabajo.
Para poder prestar este servicio, previamente es necesario contar con profesionales y animales entrenados. Y esta es una de las primeras clínicas dentales de España en contar con la titulación adecuada para ello.
De este modo, Robespierre se ha convertido ya en parte del equipo de la clínica dental Santa Clara de Asís. Ha sido entrenado como perro de terapia durante seis meses en una escuela de formación canina junto con una técnico de la clínica, y sabe lo que tiene que hacer y cómo comportarse con los pacientes.
Cuando el animal está de servicio, a los pacientes se les notifica su presencia en la clínica, por lo que las personas con alergia o que tengan miedo a los perros pueden elegir otro día para ser atendidos.
Esta iniciativa permitirá que, a partir de ahora, sentarse en el sillón del dentista sea una experiencia un poco más agradable.