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Ana Julia Quezada no envenenó al pequeño Gabriel antes de asfixiarlo

El pequeño Gabriel.

El Juzgado de Instrucción numero 5 de Almería ha levantado en su totalidad el secreto de sumario del caso Nemo, con el que se investigó cómo murió el pequeño Gabriel a manos de su madrastra, Ana Julia Quezada. El juez Rafael Soriano acaba así con meses de especulaciones e hipótesis: el niño no fue envenenado o drogado para, minutos después, asesinarlo. Tanto las pruebas en el cuerpo del pequeño, como en su cabello, descartan que hubiese sustancias tóxicas en su cuerpo en las horas en las que se pudo producir el asesianto. 

El sumario está compuesto por casi 2 folios donde se especifican detalles del asesinato del niño el pasado 27 de febrero en Níjar. Según las pruebas de la Guardia Civil, Ana Julia Quezada no movió el cuerpo del pequeño Gabriel durante los 12 días de intensa búsqueda. El cadáver presentaba rastros de tierra. La Policía Científica ha estudiado dichos restos y ha determinado que ese tipo de terreno se encuentra en la finca de Rodalquilar. El juez ordenó hacer una prueba toxicológica al cuerpo del pequeño tras descubrir que, en la parte trasera del vehículo donde Ana Julia trasladó al pequeño, había numerosos tipos de pastillas. Queda latente que no consumió ninguna sustancia estupefaciente. No obstante, confirma que la mujer asfixió al niño con sus propias manos tras golpearlo con un hacha en la cabeza.

El juez Soriano alegó que Quezada "aprovechó un momento temporal en el cual sabía que se iba a encontrar a solas con el niño" para acabar con su vida en Rodalquilar y enterrarlo. El pequeño Gabriel murió asfixiado el pasado 27 de abril en la finca familiar de Rodalquilar. Ana Julia Quezada, tras una supuesta discusión, golpeó al niño en la cabeza con un hacha para, a los pocos segundos, asfixiarlo con sus propias manos. 

 

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