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Antonio Martín, el mito se convierte en leyenda

Antonio Martín emocionado despidiéndose del Falla.

Antonio Martín dejaba intuir con Ley de vida que todo lo que empieza, acaba. Una comparsa que refleja el paso del tiempo en dicha modalidad y significa el cambio generacional. Sin embargo, fue anoche, en la primera sesión de semifinales, cuando el nombre elegido para el repertorio de este año cobró sentido. ‘El niño de San Vicente’ anunció su retirada y de la mejor manera que sabe, con unas coplas. Fue en el segundo pasodoble de Ley de vida, que comenzó así “perdóname Cádiz mío, pero esta es la última noche. Ya lo tengo decidido, no me hagas ningún reproche”, y lo hizo acompañado de las voces de algunos de sus más míticos compañeros: Pedro Ramos, McGregor, Mayone y Caracol.

Tras 50 años, con su debut en el 1968 con Los Mayordomos, cantándole siempre a Cádiz en su fiesta más ilustre y siendo el autor más laureado de toda la historia del Carnaval, con 16 primeros premios en comparsa –incluyendo Los Camarones de la Isla que fueron premio provincial–, tres primeros premios también en coros y uno en chirigota, Don Antonio Martín se despidió anoche de las tablas del Gran Teatro Falla como vino, con Cádiz en la garganta y la copla en el corazón.

Al finalizar el segundo pasodoble, sucedió algo para el recuerdo, el gran Antonio Martín salió de bambalinas al escenario para despedirse recibiendo una gran ovación por todos los allí presentes, que vibraron de sentimiento y emoción, y que culminó besando emocionado esas tablas del Falla que tantos buenos momentos le ha dado. Sin duda, un momento muy emotivo que queda ya para la historia del Carnaval. No obstante, el autor nos tenía reservada una sorpresa más para el final y fue al finalizar el popurrí cuando llegó el momento vellos de punta de la noche. La comparsa se despedía del Falla cantando la presentación de Caleta (una de sus comparsas más míticas y que fue el gran cajonazo del Carnaval 1.980), con el público en pie ovacionándole a grito de Antonio, Antonio, mientras bajaba el telón.

La puerta grande del Falla se abría para despedir a Don Antonio Martín. El mito, ya es leyenda.

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