El ministro de Cultura y Deporte, Màxim Huerta, ha convocado a los medios de comunicación en el Ministerio correspondiente para presentar su dimisión como ministro. En la comparecencia ha querido dar explicaciones tras salir a la luz su condena por fraude fiscal en 2017.
Ha asegurado que llegó al Ministerio hace una semana ilusionado, consciente de que había mucho trabajo por hacer. Ha remarcado que no cometió ninguna ilegalidad porque, cuando lo realizó, Hacienda lo permitía. No obstante, con el cambio en el Ejecutivo, se cambió de criterio y, lo que antes era legal, se convirtió "en una caza de brujas contra críticos a aquel gobierno". Ha añadido que vivimos en una sociedad repleta de ruido, de descalificación y de desinformación. Por lo tanto, "para proteger aquello que amas, a veces hay que retirarse. Y eso hago. Porque amo la cultura y eso hago. Hay momentos que hay que retirarse. Me voy agradecido y con la misma humildad que hace siete días", ha asegurado. Ha agradecido a Sánchez la confianza que el presidente Sánchez depositó en él y, como él siempre ha pedido, el Gobierno necesita transparencia. "Por eso me voy", ha añadido.
El Confidencial sacaba a la luz ayer por la noche un artículo en el que aseguraba que el ministro había sido condenado por defraudado a Hacienda entre 2006 y 2008. Habría ganado 220 euros sin declararlos, pagando el impuesto de sociedades y no el IRPF.
Muchas fueron las voces que han pedido a lo largo del día que el ya exministro presentara su dimisión tras el escándalo. Aunque inicialmente descartó esa posibilidad en un programa de Onda Cero, al final ha decidido retirarse de la vida política. Algunas fuentes apuntan a que ha sido el propio Pedro Sánchez quien ha presionado al periodista y escritor a dimitir.