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El Supremo ratifica la condena de cinco años y diez meses a Iñaki Urdangarin

Inaki Urdangarín se convertirá en el primer miembro directo de la Realeza que entrará en prisión.

El cuñado del rey Felipe VI y marido de doña Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarin, tendrá que ingresar en prisión. El Tribunal Supremo, por unanimidad, ha ratificado la condena de cinco años y diez meses al exdeportista. Se convertirá, por lo tanto, en el primer familiar de la Familia Real en tener una sentencia condenatoria. Está acusado de un delito de falsedad documental y varios delitos fiscales por el caso Nóos. 

El escenario al que se enfrenta ahora el yerno del rey Juan Carlos es bastante desesperanzador: puede pedir el indulto, pero es poco probable que se le conceda, o ampararse en el Tribunal Constitucional. Mañana les será comunicada la sentencia a todos los acusados, para que sepan a qué condenas se enfrentan. 

Urdangarin defraudó a la Agencia Tributaria 326 euros. En el primer ejercicio, eludió el pago de impuestos por valor de 174 euros y, en el segundo, de 152 euros. Los funcionarios de la Hacienda pública también descubrieron que el exduque y su exsocio, Diego Torres, obtuvieron 4,5 millones de ganancia.

Iñaki Urdangarin fue condenado el 17 de febrero de 2017, pero recurrió la sentencia. No obstante, el Supremo ha rechazado un recurso muy extenso. La Fiscalía pedía para él hasta diez años de cárcel.  Cuando se firme la condena, se dará un plazo de entre diez a quince días para que Urdangarín ingrese en prisión. Si no fuera así, se emitiría una orden de busca y captura. 

Al socio de Urdangarin, Diego Torres, le han condenado a cinco años y ocho meses de cárcel por malversación, prevaricación y fraude a la Administración tras absolverle de tráfico de influencias, blanqueo y falsedad. Las esposas de los dos máximos condenados, Cristina de Borbón y Ana María Tejeiro, tendrán que abonar una multa: la primera de 128.138 euros, y la segunda de 172.384 euros. Están condenadas por lucrarse en el delito de malversación y fraude, pero no de los delitos fiscales. 

Urdangarin ha conocido la sentencia tras siete años de espera. Desde que en 2011 ambos empezaron a ser investigados, se mudaron a Ginebra para poner tierra de por medio. Doña Cristina cayó como colaboradora necesaria en los delitos de su marido. Un escándalo que sacudió la sociedad española y que puso en peligro la monarquía española. 

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