La autopsia hecha al cuerpo de Leticia Rosino revela que la mujer no fue agredida sexualmente antes de morir. En su cuerpo no se han detectado signos concordes afines a un intento de violación, por lo que la Policía científica ha descartado dicho abuso. Tenía, aparte de las graves heridas en la cabeza y el cráneo, hematomas en el cuello.
No obstante, la acusación particular del caso ha mantenido que acusa al menor de 16 años de intentar violar a Leticia y, al ver que sus deseos no habían sido saciados, la mató dándole con una piedra varias veces en el cráneo y la cara. Según el abogado, Miguel Ángel Martín Anero, el joven "tuvo una clara intencionalidad sexual", aunque no hiciera realidad su propósito. Cabe recordar que el cuerpo de la mujer apareció sin mallas ni ropa interior en una cuneta cerca de Castrogonzalo, de donde era el menor.
Según el menor, atacó a Leticia por un inteso ataque de ira, pero no mencionó en ningún momento que quisiera tener relaciones, consentidas o no, con ella. Según su propio testimonio, él estaba tumbado en la hierba cuando pasó Leticia. Sintió "un arranque de violencia brutal" y la mató tras agarrarla por el cuello con el antebrazo, tapándole la boca con la mano. Las principales hipótesis que se plantean es que la matara tras no haber podido agredirla sexualmente o, por el contrario, que acabara con su vida para desfogar toda la ira que tenía contra su padre, que horas antes le había propinado una brutal paliza. El menor permanece internado en el centro de menores hasta que se produza el juicio.