El programa de Ana Rosa, de Telecinco, ha hecho públicos unos audios de WhatsApp en los que los miembros de “La Manada”, la noche en la que se produjo el abuso sexual a la chica de San Fermín, se mostraban muy arrogantes y con la clara disposición a mantener relaciones sexuales aquella fatídica noche.
En varios audios, se puede ver cómo intercambian sus pensamientos sobre las noche que les quedaba por delante con frases como “Que no se os olvide la droga, que luego la echaremos de menos”. En alusión a la droga, uno de los componentes del grupo dijo lo siguiente: “Vaya vacilón tengo, churra”. Su objetivo era tener relaciones sexuales con una mujer cuyas medidas ya las tenían pensadas: “Follarnos a una buena gorda entre los cinco en San Fermín sería apoteósico”. C, la joven de 18 años de la que abusaron, no era tal y como pensaban, pero no les importó. Incluso le pidieron que mandara un saludo al grupo donde se vertía dicho contenido de audio. Ella contestó un apalabra: “happy” (alegre en inglés). Después del suceso, ya por la mañana, uno de los participantes del grupo dijo lo siguiente: “Quillo parece que estoy viendo al ‘Prenda’. Los notas ahí liados con la tía y él ahí metiendo mano por todos lados, con la cara que se le pone de calentón, que le da igual echar para un lado a un amigo con tal de meter mano él”. Según otro audio, esa actitud no es nueva para ellos, pues “las formas de trabajar son esas”.
Además, reflejan que El Prenda se habría sobrepasado de tal manera que habría rozado todos los límites posibles. “Cuando está ‘asín’ con una tía o algo que él ve que tiene posibilidades, se pone super salido, ¿eh? Y súper asqueroso el cabrón. Hijo de puta, es como un enfermo. Se le cambia hasta la cara. Los ojos así todo abiertos. Parece que está viendo un expositor de pollos asados”.
Los miembros de “La Manada” fueron condenados el pasado jueves a nueve años de prisión cada uno y a indemnizar a la víctima con 50 euros. Gran parte de los españoles se han mostrado contrarios a la decisión de los magistrados y se han echado a la calle para que se reconsidere la pena y se endurezca el Código Civil.