El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, ha convocado a la cúpula directiva de JxCAT para el próximo 5 de mayo en Berlín, la ciudad donde se ha instalado después de salir de la cárcel de Neumünster. El objetivo de la misma es decidir cuál será el futuro de Cataluña antes del 22 de mayo, cuando se disuelva el Parlamenn. Cuentan con pocos días pues, el próximo 22 de mayo, Torrent disolverá el Parlament y convocará, de nuevo, elecciones autonómicas.
El bloque secesionista del Parlament aprobará el próximo viernes, con total seguridad, la reforma de la ley de la Presidencia, con la que Puigdemont podría ser investido telemáticamente. El Tribunal Constitucional ya ha advertido de que es ilegal, cometiendo un delito de desobediencia. JxCAT, ERC y la CUP, a pesar de no tener garantías para que su reforma de ley tenga “mucha vida”, están dispuestos a llegar hasta el final.
Puigdemont, con esta reunión, planteará los pasos a seguir por parte de su partido político. Entre los convocados se encuentran la portavoz del partido, Elena Artadi, y el vicepresidente primero de la Mesa, Josep Costa. Hay tres posibilidades: presentar a un nuevo candidato para que fuera investido presidente y así evitar elecciones y acabar con el 155; insistir en su candidatura, la de Turull o la de Sànchez; o en tercer lugar, muy hipotéticamente, que Puigdemont convocara unas elecciones que él mismo quiere evitar.
El Gobierno recurrirá la reforma de la ley de la Presidencia, que será suspendida por el Constitucional. Se trataría, entonces, de uno de los últimos intentos de los independentistas para nombrar a un presidente huido y acusado de varios delitos. No obstante, los dos grandes partidos soberanistas no quieren ir a elecciones, por lo que tendrían que buscar un candidato alternativo, como Elena Artadi, para llevar a cabo una nueva sesión de investidura.