Miles de personas se han manifestado en la capital española como repulsa por el final del juicio contra los cinco acusados de violación durante la fiesta de los San Fermines de 2016. Desde el Ministerio de Justicia hasta el Palacio de Congreso una marea de ciudadanos han gritado proclamas a favor de la víctima.
Los cinco jóvenes sevillanos conocidos popularmente como La manada han sido condenados este jueves a sendas penas de nueve años de prisión. Así, han sido declarados culpables de abusos sexuales pero absueltos de los delitos de agresión sexual, de robo con violencia y de un delito contra la intimidad, según la sentencia de la Audiencia de Navarra.
José Ángel P.M.; Jesús E.D; Ángel B.F; Antonio Manuel G.E y Alfonso Jesús C.E. son absueltos de la máxima pena que pedía la Fiscalía por un delito continuado de agresión sexual y otro de agresión sexual con agravantes. El tribunal expresa que no hubo violación, ya que no se ha podido acreditar que los acusados ejercieran violencia ni intimidación sobre la víctima, aunque sí prevalimiento, es decir, que aprovecharon su situación de superioridad.
Nada más conocer el desenlace sobre las 13.00 horas de hoy centenas de manifestantes salieron a las calles de Pamplona e hicieron recular el cordón policial que protegía el Palacio de Justicia. Frustración coreada con frases como: “Esta Justicia es una mierda” y “No son abusos, es violación”. Mientras que en Madrid se podía escuchar: “Nosotras somos tu manada”, “Yo sí te creo”, “Vergüenza”, “Tranquila, hermana, aquí está tu manada” y “Sola, borracha, quiero llegar a casa”, entre muchos otros lemas. La indignación se ha extendido a multitud de capitales de provincia españolas, aunque también cientos de emigrantes en Bélgica se han reunido frente a la Bolsa de Bruselas.
MANIFESTACIÓN IMPROVISADA
La manifestación ha sido consecuencia del fallo del Juez, y propulsada desde la Plataforma 8M que llamó a concentrarse a las 20.00 horas frente al Ministerio de Justicia. El color violeta ha sido el predominante, como recuerdo de la huelga del 8M que también llenó la Gran Vía madrileña o la Puerta del Sol. Frente al Congreso, los miles de manifestantes fletados por furgones de la Policía Nacional y de forma pacífica, han continuado expresando el dolor.
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Mujeres y hombres de todas las edades y multitud de nacionalidades han sido el centro de las miradas de todos los viandantes, de los cuales algunos se han unido al conocer el motivo de la protesta. Fotógrafos, cámaras y periodistas han tomado nota de todo lo acontecido con emisiones en directo a nivel nacional. A cada lado de la calle, a pie y en coche, las fuerzas de seguridad han protegido la integridad de los ciudadanos; y desde el aire, con helicópteros que han sobrevolado todo el tiempo la ciudad.
ANTECEDENTES CLAVE
“El militar se ríe, el lobo lanza besos a la cámara mientras le chica le hace una felación y el prenda es el que le pone más pasión”, detallan los miembros del programa de televisión que emitió el vídeo que ha sido una prueba clave en el juicio. En las capturas de pantalla que se filtraron se muestra en detalle a los acusados, su posición y actitud en el momento de los hechos.
La ropa y zapatillas aparecen por el suelo. Los tatuajes, los escudos del Sevilla y detalles varios como las pulseras, no dejan lugar a dudas de quién es quién. Dicho documento audiovisual fue compartido a través de un grupo de WhatsApp que los cinco sevillanos titularon como “La manada” y donde se jactaban de su pericia sexual: se conocieron de fiesta y al acabar la noche acompañaron a la joven que iba a dormir en su coche, cuando después de buscar un hotel según relataban, la rodearon y metieron en un portal donde obligaron a la víctima a hacerle felaciones uno a uno a los acusados, además de haber sido penetrada por la vagina sucesivamente.
Hay que tener en cuenta que, como sostienen expertos en Derecho, la sentencia dictada por la Audiencia de Navarra para condenar por abusos sexuales a La manada en vez de por agresión sexual se ajusta al derecho a pesar de que no satisfaga a la sociedad. Según la catedrática y profesora titular de Derecho Penal en la Universidad Carlos III de Madrid, Pilar Otero, en los casos en los que no puede probarse la existencia de violencia física contra la víctima se aplica el delito de abuso sexual.