La presa “sombra” de Ana Julia Quezada, la asesina confesa del pequeño Gabriel, ha rechazado su papel en la cárcel de Acebuche. Su trabajo consistía en ayudar a la encarcelada en lo que fuera y en protegerla ante posibles ataques. Sin embargo, ante la publicación en varios medios sobre las razones por las que está encarcelada, ha decidido renunciar a su cargo. A partir de ahora, Ana Julia Quezada estará vigilada por varias presas con un orden rotatorio, durmiendo cada noche con una diferente.
La relación con Ana Julia dentro de prisión es muy tensa. A su llegada a la prisión de Acebuche el pasado 15 de marzo, decenas de pescaítos recibieron a la asesina del pequeño Gabriel. Lleva casi dos semanas aislada y en tratamiento para velar por su seguridad.
La detenida encargada de la protección de Quezada desde su detención, según los medios, es una mujer argentina que tiene una larga condena por haber matado a su marido. Para que no trasciendan más datos, la mujer ha tomado dicha decisión.