El pasado fin de semana se celebró el festival Mad Cool en Valdebebas (Madrid). Fue todo un éxito y los asistentes se lo pasaron en grande, pero regresar a casa se convirtió en una tremenda odisea. Sin transporte público y con los taxis en la avenida del Partenón, a unos 15 minutos andando de la entrada principal, Uber se convirtió en (casi) la única alternativa.
La plataforma Uber era una de las principales patrocinadoras del festival, por eso Mad Cool permitió que sus vehículos ocupasen una zona privilegiada, la salida del concierto. De este modo, Uber se convirtió en el sistema de transporte más cómodo y rápido del evento.
Sin embargo, el problema radicó en los precios excesivos de los trayectos por la alta demanda. Por ejemplo, un viaje desde el Mad Cool hasta Tetuán costaba más de 130 euros, según afirman los viajeros. Por el contrario, hay personas como Elena que aseguran que cogieron un taxi en “menos de 5 minutos” y desde el recinto hasta la estación de metro Sevilla les costó 28,30 euros. Es más, la asistente asegura que le dejó 2 euros de propina por el buen servicio.
Por su parte, un taxista llamado David asegura que sus tarifas rondaron los 30/37 euros en los días de festival. Es decir, aunque hubiese que andar 10/15 minutos para alcanzar los taxis, el ahorro fue muy significativo respecto a las tarifas desorbitadas de Uber.