Ante la fuerte volatilidad de los mercados internacionales por la expansión del Coronavirus, muchos inversores ponen de nuevo la vista en valores más seguros donde centrar sus inversiones. Hablamos de lo que se conoce como activos “refugio”, es decir, aquellos valores que en tiempos de crisis mantienen su valor o incluso lo aumentan.
Y es que, en épocas de incertidumbre, este tipo de activos ofrecen mayor tranquilidad a los inversores, tanto en el largo plazo como en el corto. Esto se debe principalmente a su capacidad de protección frente a la inflación y la devaluación, además de ser aceptados en cualquier parte del mundo. Aunque su valor también puede bajar, se comportan mejor que otras clases de activo como puede ser la Bolsa.
¿Cuáles son los activos refugio?
Si bien no existe un listado oficial ni un requisito para que un activo se considere como “refugio”, hoy en día la experiencia y el consenso generalizado apuntan determinados valores. Son principalmente:
– Metales preciosos, como el oro, que cuenta con un mercado específico. El precio del oro se cotiza cada día en los mercados de la misma forma que diariamente se negocia el precio de las divisas en el mercado forex trading. De esta forma, los inversores pueden tomar posiciones sobre el valor del oro sin asumir el riesgo de tomar posesión física de éste a través de los fondos negociados en bolsa (ETF), los Futuros o las Opciones. Su condición de valor refugio se debe a que es un recurso físico escaso y limitado, por lo que siempre tendrá valor.
– Divisas como el yen o el franco suizo. Durante los últimos días la divisa nipona se ha apreciado un 0,5%, mientras que el dólar australiano ha subido brevemente después de que la Reserva del Banco de Australia haya anunciado un recorte del 0,25% en su tasa de referencia, hasta el mínimo histórico del 0,5%. El dólar, por su parte, bajó un 0,41% hasta los 97,13 tras la decisión de la FED de recortar sus tasas de interés para protegerse del impacto del coronavirus.
– La deuda pública de Estados Unidos, Alemania o Suiza, que actualmente tienen la máxima calificación (AAA) por parte de las agencias de rating. Cuando los inversores tienen miedo, enseguida vemos una huida de capital desde la renta variable a la renta fija, principalmente la deuda pública. Por primera vez en la historia, el rendimiento del bono a diez años de EE.UU., que se usa como medidor de la salud económica, ha caído por debajo del 1%, mientras que los de Alemania están en -0,531%.
No obstante, hay que tener en cuenta que no existe ningún activo refugio permanente ni inexpugnable. Es una inversión más segura, de forma provisional, cuya actividad protectora desaparece una vez la incertidumbre en los mercados bursátiles va disminuyendo. Por lo que, de nuevo, contar con una cartera de inversión bien diversificada y seguir estrategias a medio y largo plazo, nos ayudarán a mitigar los efectos de una crisis como la que el mercado está sufriendo en la actualidad.