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El ambiente del dormitorio, esencial en el sueño

Descansar es fundamental para tener buena salud.

El dormitorio debería ser un lugar que nos transmita armonía, porque sin duda el ambiente favorece el descanso de calidad. Sí, básicamente todos son iguales: cama, mesita de noche, armario… pero hay pequeños detalles que lo pueden convertir en nuestra mejor representación a la vez que aportan un factor práctico.

Lo más importante es saber elegir muebles con diseño elegante para cualquier habitación de la casa, ya se trate de la cocina, muebles de comedor o del baño. Hay que olvidar los muebles que se compran para salir del paso y apostar por un toque de elegancia en cualquier estilo, ya sea moderno o vintage, y hacerte con el dormitorio que siempre hayas soñado.

Muchas veces no somos conscientes de cuánto influye en nuestro estado el entorno del hogar, en el que tantas horas pasamos. Por supuesto que el orden juega aquí un papel vital. Si no se tiene un hogar ordenado, difícilmente se podrá tener una mente ordenada.

La iluminación y los colores son el segundo aspecto a tener en cuenta. En el caso de los dormitorios, una luz cálida ayuda a relajarse antes de dormir, y unas cortinas opacas propician el ambiente de oscuridad idóneo para el sueño. A la hora de comprar muebles de dormitorio, lo recomendable es elegir aquellos de colores neutros: blanco, gris, negro o marrón en sus diferentes tonalidades, pero respetando una línea monocolor. El blanco es siempre una apuesta segura en el dormitorio.

Los accesorios de mimbre y en general los de fibras naturales siempre aportan un toque de calidez a cualquier habitación. Sin excesos, porque para mantener ese aspecto de orden en el dormitorio que propicia el sueño de calidad, es mejor tener un dormitorio minimalista con un buen armario organizador.

Las láminas y fotos no pueden faltar para decorar las paredes. En el caso del dormitorio es mejor si se apuesta por láminas de figuras geométricas que por elementos más recargados, al igual que ocurre con las alfombras, en las que se puede elegir entre líneas geométricas o una decoración más étnica para romper con la uniformidad.

El canapé, el mejor aliado del dormitorio

No podrás vivir sin él. La capacidad de almacenaje de estos elementos y su facilidad para abrir y cerrar sin esfuerzo hacen que sean un elemento imprescindible. Sábanas, toallas, almohadas extra… todo tiene cabida en un buen canapé, que además aporta también un toque a la decoración.

La escenografía queda incompleta sin un cabecero

Si además de diseño, un cabecero nos aporta practicidad, siempre será mucho mejor. Los hay de madera, de piel, tapizados, de forja…. Su función es la de destacar el elemento más importante del dormitorio: la cama. La tendencia más actual es el cabecero-mesilla. Una estructura ideal para lámparas, libros o cualquier elemento que se quiera tener al alcance. En el caso de elegir un cabecero acolchado o con cierta inclinación, estarás ganando en confort.

El truco final: un galán de noche

¿Quién no se encuentra cada día en la tesitura de dónde dejar la ropa? Un galán de noche es una solución que nunca falla. Ocupa poco espacio y es completamente funcional para colocar la ropa de cada día sin que se arrugue, sobre todo aquellas que requieren estar colgadas como chaquetas, camisas, etc.

Si hay espacio en tu dormitorio, añadir un tocador, no sólo crea un rincón cálido, sino que nos proporciona un espacio muy práctico para depositar las joyas, relojes, gafas y otros enseres de uso diario. Por otro lado, tener un espejo en la habitación nos aporta amplitud. Si se sustituye la silla por un taburete se ganará en espacio, al poder ubicarlo debajo del tocador mientras no se esté utilizando.

En definitiva, a la hora de decorar nuestro dormitorio debemos añadir los elementos que el tamaño de éste nos permita, sin llenarlo en exceso y sin perder de vista la funcionalidad. Además de revisar siempre la combinación de colores, y que sean cálidos y suaves.

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