El nuevo gobierno de Pedro Sánchez aterriza apostando firmemente por la transición hacia energías limpias y renovables. De ello se desprende la decisión de apostar por un ministerio propio para este asunto, desvinculando la parte de agricultura, pesca y alimentación, cartera ahora también independiente y que dirige el socialista Luis Planas.
La nueva ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, comenzó esta semana su andadura internacional con una reunión en Luxemburgo con el resto de responsables en dicha materia del resto de Estados de la Unión Europea, donde pudimos ver también al anterior ministro del Partido Popular, Miguel Arias Cañete (2011-2014). En ella, recalcó que España "dejará de ser un lastre" en la lucha por la implantación de energías renovables, en indirecta referencia a la política llevada a cabo por el ex-ministro José Manuel Soria, artífice del conocido como 'impuesto al sol' y que el Parlamento Europeo viene vetando desde enero de este año.
[Sumario]
Lo cierto es que la Unión Europea ha estado esperando a que España se 'ponga las pilas' en materia de transición energética. El Parlamento ya aprobó hace unos meses, por amplia mayoría, un texto en el que aprobaba eliminar "cualquier tipo de impuesto" al autoconsumo particular mediante el uso de energías renovables. Actualmente, nuestro país cubre alrededor de un 40% de su electricidad con este tipo de energía, siendo un requisito comunitario ascender esa cifra al 60% para el año 2030.
El ejemplo de que es posible se encuentra en Portugal, país que comparte con España las mismas condiciones climatológicas favorables al desarrollo de la energía solar, eólica y marina. El país vecino está a punto de alcanzar el 60% de abastecimiento con renovables, según se desprende de los datos de la Asociación Portuguesa de Energías Renovables (APREN).