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“Los autores deben tener libertad para escribir lo que consideren oportuno”

'Fariña', el libro retirado a los lectores.

La CEGAL, que ya manifestó su apoyo el XXIII Congreso de Libreros ( Sevilla, 7 y 9 de marzo), ante los 300 profesionales del gremio del libro, muestra su “apoyo sin fisuras al autor de ‘Fariña‘, Nacho Carretero, a la editorial Libros del KO y a la distribuidora UDL en su libertad de expresión y de prensa”.

Libros que no gustan

La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, señala en una nota hecha pública que “los últimos acontecimientos que han sucedido en España en el mundo del libro (y, en general, en el mundo de la cultura), nos hacen poner de manifiesto que los autores deben tener libertad para escribir lo que consideren oportuno, las editoriales deben poder editar sin restricciones, los distribuidores no pueden ver cómo sus almacenes se movilizar por una orden judicial y las librerías no deberíamos tener que retirar de nuestras estanterías los libros, sólo porque a alguien no le guste lo que en ellos se dice, pues los lectores son soberanos para poder elegir qué han de leer”.

Que nadie nos diga

La CEGAL añade que “las libreras y los libreros de España no queremos que nadie nos diga qué podemos vender o qué podemos leer: si hay algo que caracteriza a las librerías independientes es el carácter que le damos cada uno a nuestra selección de títulos, y queremos que siga así”.

Revisar criterios

La CEGAL cree, “firmemente, que las autoridades judiciales deberían revisar sus criterios a la hora de aplicar medidas cautelares con ‘Fariña’, y no tomar una decisión tan grave como su retirada del mercado, hasta que no haya una sentencia firme que, en un estado de Derecho, respete la libertad de expresión que garantiza nuestra Constitución”.

Libros del siglo XXI

Finalmente, agradecen a los lectores que hayan colocado este libro, “entre los libros más vendidos en España durante los días que transcurrieron entre la noticia del secuestro y la materialización del auto, demostrando que el mundo del libro pertenece al siglo XXI y no a las medidas judiciales del siglo XIX”.

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