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King Kenny, de héroe a leyenda

Kenny Dalglish logró 21 títulos como jugador del Liverpool

La sexta edición del festival de cine Thinking Football, organizado por la Fundación Athletic Club, comenzó ayer en Bilbao con la proyección de la película documental ‘Kenny’, que repasa la trayectoria deportiva y, sobre todo, humana del escocés Kenny Dalglish, que militó en el Liverpool entre 1977 y 1991, primero como jugador y luego como entrenador.

Dalglish llegó a Liverpool con 26 años, tras una exitosa carrera en el Celtic. Siempre llevó el número 7 en la espalda. Nunca tuvo el glamour – ni quiso tenerlo – de otros sietes famosos de la historia del fútbol como George Best, Kevin Keegan, de quien heredó el dorsal en el equipo de Merseyside, o Cristiano Ronaldo. Lo que le definía, más allá de su calidad técnica y de su facilidad para marcar goles, era su carácter competitivo. Consiguió 31 títulos como jugador, 10 con el Celtic y 21 con el Liverpool, entre ellos tres copas de Europa, y 7 como entrenador. Fue 102 veces internacional con Escocia. Era un ganador, dentro y fuera del campo, y contagiaba este espíritu a sus compañeros.

Pero no todo fueron éxitos en su extensa trayectoria. Le tocó vivir en primera persona tres grandes tragedias ocurridas en sendos estadios de fútbol. La primera como espectador, la segunda como jugador, y la tercera como entrenador.

El 2 de enero de 1971 se disputó en el estadio Ibrox Park el ‘Old Firm’, el clásico del fútbol escocés que enfrentaba a los protestantes del Glasgow Rangers y los católicos del Celtic. Pero no fue uno más. Por aquel entonces, la familia Dalglish residía cerca de Ibrox y el joven Kenny había asistido al campo como aficionado. En los instantes finales, el resultado era de 0-1 favorable a los visitantes, y los seguidores comenzaban a abandonar sus localidades. Sin embargo, cuando el partido expiraba, el Rangers logró el empate. Éxtasis en la grada. Se produjo una incontrolable avalancha de público que causó la muerte de 66 personas.

29 de mayo de 1985. Estadio de Heysel, en Bruselas. Los dos mejores equipos del continente, Liverpool y Juventus, se enfrentaban en la final de la Copa de Europa. La reventa de entradas hizo que aficionados de ambas escuadras estuvieran mezclados. Hinchas ‘reds’ invadieron la grada de los ‘bianconeros’ y el tumulto hizo que muchos de ellos quedaran amontonados contra las vallas. 39 italianos perdieron la vida. Aquella final nunca debió disputarse. Dalglish reconoce que los jugadores estaban aturdidos, salieron al campo sin saber lo que había ocurrido realmente. La UEFA sancionó al Liverpool con cinco años sin competir en Europa y con tres al resto de equipos ingleses.

[Sumario]

La tercera de las tragedias, la peor de las catástrofes acaecidas en el deporte británico, ocurrió en el estadio de Hillsborough, en Sheffield, el 15 de abril de 1989. Liverpool, con Dalglish ya como entrenador, y Nottingham Forest se enfrentaban en las semifinales de la FA Cup. En el minuto seis el árbitro suspendió el partido. Algo grave estaba pasando en una de las gradas. Una aglomeración de aficionados hizo que la multitud se precipitara contra las vallas. El resultado: 96 muertos por asfixia. Su hijo Paul, de doce años, estaba en el campo aquella tarde. Salió ileso, pero Kenny nunca superó aquel momento.

La versión oficial del Gobierno y la Policía echó la culpa del siniestro al hooliganismo, pero los familiares de las víctimas jamás lo aceptaron. A raíz del suceso, las vallas desaparecieron definitivamente de los estadios de fútbol. Demasiado tarde. En 1991, exhausto física y mentalmente, Dalglish presentó su dimisión y abandonó el club. “La peor de las decisiones es no tomar ninguna decisión”.

Desde entonces, Kenny y su esposa Marina nunca dejaron de apoyar a las familias, organizaron actos benéficos, y lucharon para que se esclarecieran los hechos. En septiembre de 2012, tras años de litigios, una comisión de investigación independiente puso el foco en la mala organización y en una actuación negligente de la Policía, concluyendo que el exceso de aforo y el mal estado de las gradas fueron las causas de la tragedia.

201 víctimas mortales. Cerca de 2 heridos. Tres hechos desgraciados que nunca debieron suceder y que han marcado la vida de Kenny Dalglish, el futbolista, el entrenador, el ser humano. El pasado mes de octubre los aficionados del mítico estadio de Anfield estrenaron la nueva tribuna, que lleva el nombre de su ídolo. El héroe. La leyenda.

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