La Iglesia Católica celebra hoy el Miércoles de Ceniza, un día importante en el calendario litúrgico, ya que marca el inicio de la Cuaresma. Con la imposición de la ceniza, los cristianos comienzan un periodo de 40 días de preparación para la celebración de la Semana Santa.
La festividad del Miércoles de Ceniza tiene su origen entre los siglos VI y VII, cuando se comenzó a realizar el rito de imposición de la ceniza en miércoles, y no en domingo. Esta fiesta tiene varias peculiaridades, entre ellas, que es compartida por la inmensa mayoría de los cristianos. Tanto católicos, como anglicanos celebran este día, al igual que muchos protestantes.
El Miércoles de Ceniza es, además, día de ayuno y abstinencia para los católicos. Ésto quiere decir que solo se realiza una comida fuerte en todo el día y que no se puede comer carne. Estos preceptos no son obligatorios para todos los católicos, ya que los niños, los ancianos, las embarazadas y los enfermos están exentos de cumplirlos.
La imposición de la ceniza tiene un fuerte carácter simbólico. Es una muestra de humildad para los católicos, que reconocen así sus pecados y su intención y necesidad de reconvertirse y mejorar a lo largo de la Cuaresma, para llegar a la Semana Santa con la fe fortalecida.