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M Clan inicia una etapa de descanso con otro memorable recital en el Circo Price

Carlos Tarque en plena acción en el Price madrileño. Foto: Carlos Granda.

Se apagaron los focos, al menos por un tiempo, para M Clan. Una de las bandas con más solera y prestigio del rock nacional, ganado a golpe de escenario con directos certeros y con un repertorio sólido e incontestable fraguado a fuego lento con los años, anunció recientemente un parón para descansar y dar vida a sus proyectos en solitario. No obstante, el merecido descanso del guerrero sabe mejor cuando se toma con los deberes bien hechos y, siempre entregados a su fiel público, los murcianos eligieron las tablas del madrileño Circo Price para firmar, por todo lo alto, este meditado punto y aparte.

Sustentado por una banda perfectamente engrasada y en envidiable momento de forma, Carlos Tarque otorgó rienda suelta para que su voz, de largo la mejor del rock nacional, diera vida a lo más granado del archivo musical de la formación con el respaldo de los acordes a la guitarra de su socio de toda la vida, Ricardo Ruipérez. Clásicos como “Souvenir”, “Perdido en la ciudad”, “Llamando a la tierra” (exitosa revisión castellanizada del “Serenade” de The Steve Miller Band) o “Usar y Tirar”, abrieron fuego para dar poco a poco paso a temas de su etapa más reciente junto con algunos de su último trabajo de estudio, el “Delta” alumbrado meses atrás en Nashville.

Vestido con el traje de ‘frontman’ que luce siempre como confeccionado a medida, Tarque tuvo tiempo para evocar a la sempiterna “Carolina” (ya con edad para hacer el amor), presumir de banda con “Pasos de equilibrista” junto a su ya tradicional ‘medley’ con el “Baba O’Riley” de The Who y homenajear por enésima vez a Rod Stewart, aquel primo que aún conserva en la zona de Escocia, con “Maggie despierta”. Entretanto, el cantante de M Clan tuvo tiempo de bajar a la platea a darse un baño de masas micrófono en mano, compartir un trago de cerveza con el respetable y entonar “Miedo” al alimón con Dani Martín, que pasaba por allí.

Una fiesta la de la noche del pasado sábado a la altura de la trayectoria de unos M Clan que lucen con orgullo el esplendor de la madurez y que ahora se disponen a cargar pilas tomando otros derroteros que estarán igualmente ligados al rock más clásico. Un concierto casi tan salvaje como el de la propia canción que coreó un público ya entregado en el tramo final del recital y que sirve para cerrar una etapa que llega, como reza el título del disco que precisamente vio nacer a la banda allá por 1995 (ironías de la vida), en “Un buen momento”.

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