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‘Scandal’ y su guiño a Donald Trump

Hollis Doyle (Gregg Henry) y Donald Trump

La madrugada del 27 de enero, apenas 24 horas después de su emisión en EEUU, se estrenaba el primer capítulo de la sexta temporada de la serie ‘Scandal’. Este thriller político sigue las peripecias de Olivia Pope (Kerry Washington) en Washington, donde tapa los escándalos de personajes influyentes. Junto con House of Cards es el drama político más visto en EEUU, por lo que las elecciones de 2016 eran un tema de obligado tratamiento en la serie.

En su quinta temporada, ‘Scandal’ estuvo centrada en la campaña electoral americana, mientras tenía lugar la verdadera carrera por la Casa Blanca. Fue en sus últimos episodios donde los espectadores pudieron ver a un personaje muy parecido a Donald Trump: el candidato republicano en las primarias, Hollis Doyle (Gregg Henry).

Hollis Doyle, lobbista billonario de una compañía energética de Texas, ya había aparecido en la segunda temporada de ‘Scandal’. Es en la quinta temporada cuando decide dar el salto y presentarse a las elecciones presidenciales. Esta caricatura de Trump no duda en emplear todo tipo de trucos sucios para conseguir la presidencia. Ha estado casado cinco veces y tiene siete hijos y una hija.

Es la peor pesadilla de los progresistas: valora a las mujeres por su aspecto, acusado de acoso sexual, evasión de impuestos y con un discurso anti-inmigrantes. Básicamente, es [Sumario]Trump. ¡Hasta le acusan de haberse reunido con un antiguo líder del Ku Klux Klan y de aceptar su donación para la campaña!.

Un personaje “terrorífico”

La similitud llegó a ser tal que los guionistas tuvieron que cambiar algunos diálogos, ya que habían tenido lugar en la vida real. Según la creadora de la serie, Shonda Rhimes, Hollis pretendía ser “terrorífico” ante la posibilidad, cada vez más real, de que Trump fuera presidente.

En ‘Scandal’ durante la elección de representantes republicanos, el Presidente (Tony Goldwyn) comenta con otra de las candidatas, Susan Ross (Artemis Pebdani), que Hollis es un chiste y que nadie le tomará en serio. Para su sorpresa, Hollis acaba ganando adeptos y se convierte en un verdadero problema.

Al igual que con Trump nada de lo que diga le hará perder votos. Finalmente, a través de una elaborado plan, Mellie Grant (Bellamy Young) consigue unas grabaciones en las que dice que no está de acuerdo con las políticas que predica y tacha de lunáticos a sus seguidores.

Eso es en lo único que ha fallado ‘Scandal’. Trump ha llegado a presidente y, a diferencia de su personaje ficticio, pretende seguir la línea que marcó durante su campaña electoral. Hay a veces en las que la realidad simplemente supera a la ficción.

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