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La crepe Suzette, la más equilibrada perfección de este postre francés

La crepe Suzette, una maravillosa receta a base de naranja y coñac.

Las crepes no son solo un postre, francés de origen, sino que ha adquirido mucha categoría en la alta cocina internacional y ha conquistado a Gran Bretaña. Según algunas investigaciones sobre gastronomía, la palabra crepe viene del latín crispus, crespo, ondulado y no pasa de ser una delicada pasta de harina frita al sartén. La pasta puede ser de harina de trigo sarraceno, salada o dulce, según a lo que se destine. En esta suave pasta, además de harina hay también leche y huevos; y una vez ligada y reposada se pasa por la sartén, friéndola primero de un lado y luego de otro, haciéndola saltar en el aire.

Como tan a menudo en el occidente africano, los postres están relacionados con algunas solemnidades religiosas. Pero en el caso de las creps, alternan lo religioso con lo profano. Por ejemplo, el día de la Purificación de la Virgen, fiesta de La Candelaria, las crepes son de rigor en Francia. También lo son el martes de Carnaval, con su intensa alegría pagana.

Las crepes como postre admiten infinidad de variaciones. La gran cocina internacional ha adoptado la crepe Suzette como la más equilibrada perfección en la elaboración de este postre, simplemente deliciosa. Algunas investigaciones sobre cocina francesa revelan que el origen de la crepe Suzette es muy complejo. Muchos son los que en el trascurso de la historia reivindicaron la creación de este postre a finales del siglo pasado. Expertos aseguran que quien popularizó el mismo fue el célebre restaurante Maire: Maire merece la gratitud del género humano, no solo por haber popularizado esta crepe, sino por haber inventado el homard á la Thermidor.

La base de la crepe Suzette es la mantequilla azucarada, mandarina y limonada, flameada con Curacao, licor de la isla del mismo nombre que fue descubierta por los portugueses.

La crepe es un platillo que se puede realizar de mil maneras. Las rellenas de confitura, como la frambuesa, suelen ser extraordinarias. Las perfumadas al Chartreuse, maravillosas. Y en conjunto es un fabuloso postre que, aunque complicado, siempre puede culminar una buena comida.

¿Cómo preparar la crepe Suzette?

Se confecciona la pasta de crepes. Se coloca en una vasija de losa, se reserva en un lugar abrigado y se deja reposar durante cinco o seis horas. Para preparar la salsa se vierte el coñac en una compotera y se le agrega mantequilla dividida en trozos menudos, el jugo de naranja, el limón y los dos trozos de azúcar que se habrán frotado en la corteza de naranja.

Estas crepes se saltean en el comedor. Una vez hechas se colocan en una fuente de metal sobre un infernillo prendido. Con una cuchara se vierte en la fuente un trocito de mantequilla y un poco de salsa. Se coloca encima una crepe, se espolvorea con azúcar, se pone sobre la crepe otro trocito de mantequilla y un poco de salsa. Se dobla en dos y se añade más salsa, se vuelve a doblar en cuatro y se echa más salsa, hasta que quede impregnada de salsa. ¡Y listo, un delicado postre que a todos encanta!

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