El 2018 se cumplirán 10 años del estreno de “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” (Steven Spielberg, 1946). Francamente, parece que fue ayer mismo cuando salía de la sala de cine maldiciendo sobre este título, al ver como una saga con la que había crecido se desmoronaba como un castillo de naipes. Con una quinta entrega que ya se cuece en algún despacho de Hollywood, con la confirmación de Spielberg/Ford en este nuevo intento de re-lanzar el personaje, he decidido volver darle otra oportunidad. Estoy totalmente de acuerdo con el dicho “el tiempo pone a cada uno en su sitio”, cambiando “uno” por la película que prefieras. Así que sin más dilación estas han sido mis conclusiones.
Esta breve reflexión la he dividido en dos partes. Por un lado que cosas han cambiado al volver a ver la película y cuales permanecen inalteradas, y que por tanto, creo que siguen sin funcionar. Vamos con la primera.
“Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal”, a pesar de haber pasado casi diez años y siendo con diferencia la más floja de esta tetralogía, sigue siendo una entretenida cinta de aventuras. Su ritmo rara vez decae, en parte por el elaborado montaje del veterano Michael Kahn (Salvar al Soldado Ryan, La lista de Schindler), en parte por la riqueza narrativa que siempre imprime Spielberg a sus relatos.
[Sumario]Creo que es incompatible meter en el mismo universo el personaje del “Doctor Jones” y la ciencia-ficción.
Además, salvando algunos nombre como Ray Winstone (Infiltrados, La Invención de Hugo) como “Mac”, un personaje sin carisma e innecesario, creo que el resto del reparto también funciona bien. La relación paterno/filial aporta una capa más al personaje de “Indiana Jones” así como la vuelta de Karen Allen (Starman) como Marion Ravenhood. Por otra parte tener de villana a Cate Blanchett (El Curioso Caso de Benjamin Button, El Señor de los Anillos) como la malvada Irina Spalko es tener asegurado un antagonista cuanto menos salvable.
Pero hay elementos que siguen sin funcionar. Son decisiones que no convierten a esta cuarta entrega en una mala película pero si que me lleva a afirmar que es un título que nunca debería haber existido. En primer lugar y tras llevar a cabo un segundo visionado salgo con la misma conclusión: “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” no tiene alma y esto se demuestra en que no aporta ninguna escena que podríamos calificarla como “mítica”. Esa secuencia/as que quedan grabadas en la retina del espectador con el paso de los años.
Además, creo que es incompatible meter en el mismo universo el personaje del “Doctor Jones” y la ciencia-ficción. Son dos elementos que no funcionan y prueba de ella son los 30 últimos minutos. Una escena insípida y que no funciona como “clímax” de todo lo que se ha ido sembrando a lo largo de las algo más de 2 horas. En mi opinión, y sigo con la misma sensación desde hace casi diez años, parece más un gusto del director de “ET”, “Encuentros en la Tercera Fase y “Minority Report” por dejar constancia de su gusto por el género que algo coherente dentro del mundo creado para uno de los arqueólogos más famosos de la gran pantalla.
Por último, y no menos importante, es el uso desmesurado del CGI. Una decisión que rompe con uno de los elementos clave en este “mundo” y que en mi opinión lo hacía más interesante, que es el uso de maquetas y efectos especiales artesanales. Prueba de ello es la persecución por la selva de esta cuarta entrega donde parece irreal e impostado
Sea como fuere, y con esta reflexión ya termino, puede que el cuatro sea un número maldito en el mundo del celuloide. Trilogías buenas, muchas. Tetralogías, ninguna. O sí??