Star Wars ha estado en nuestras vidas desde 1977. La historia creada por George Lucas se ha posicionado como uno de los más grandes referentes de la cultura pop. Cuando Lucas Films y Lucas Arts fueron vendidos a Disney, muchos de los fanáticos pusieron el grito al cielo. Los fanáticos de Star Wars tienen fama de ser bastante apasionados.
Desde 2015, cuando Disney decidió hacer una nueva trilogía y eliminó todo el canon de lo que se conocía como el “Universo Expandido”, los aullidos de los fanáticos no dejaron rugir. Estaban pendientes de todo lo concerniente a su adorada saga. Star Wars: The Force Awakens (2015) tuvo un recibimiento bastante tibio. Muchos la etiquetaron como una copia del Episodio IV, sin embargo, tenían cierta esperanza porque había aún mucho que contar. En cambio con la siguiente película, Star Wars: The Last Jedi (2017), sí que se creó muchísima controversia, sobre todo con una escena.
En el último episodio de la serie Star Wars: The Clone Wars, transmitida por Disney+, se puede ver una escena que rinde homenaje a ese momento en específico. Si no has visto la serie, puedes dejar de leer a partir de aquí.
Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker quedan atrapados en el planeta Yerbana por un ejército de droides. Como líderes de su grupo, están discutiendo la forma cómo van a resolver la situación. Obi-Wan opta por una opción más calculada, como suelen ser las opciones de Kenobi pero Anakin se decanta por una más arriesgada: enfrentarse a la armada driode él solo. Mientras las tropas lo miran desconcertadas, él se va acercando a la armada driode y opta por rendirse. Exige saber quién el líder táctico. Aparece el líder, muestra su rostro. Pero esto solo es un plan para comprarle más tiempo a su tropa. Ya identificado el líder, Anakin usa su telekinesis para atraerlo y eliminarlo, lo que permitió al Capitán Rex, R2-D2 y las tropas salir de debajo del puente donde se encontraban y realizar un asalto al ejército enemigo. La escena se trató de sigilo y señuelo para el bien común, escena que fue usada por el director Rian Johnson en la película de 2017 y que fue colmada de críticas.
La forma en que Anakin sale como un lobo solitario y observa las armas del ejército de droides es similar a su hijo, un Luke mayor, en Crait. Cuando Kylo Ren llevó a sus fuerzas a las minas de sal para destruir al general Leia, Poe Dameron y al resto de la Resistencia, Luke salió al planeta rojo luchar contra el ejército él solo. Por supuesto, todo fue un truco, jugar con el ego de Kylo para que participaran en un duelo con sables de luz. Sin embargo, el Maestro Jedi ya tenía el número ganado sobre Kylo, ya que era una proyección de la Fuerza desde el planeta Ahch-To. Todo fue un señuelo para ganar tiempo y que los rebeldes pudieran escapar del planeta.
Es cierto que la forma fue diferente porque Luke opera desde la desesperación mientras que Anakin arrogantemente dio esperanza a su ejército. En ese sentido, ya que Anakin tenía refuerzos y Luke no tenía soldados, este último definitivamente merece un poco más de crédito. Además, el truco de Luke le costó la vida, mientras que Anakin, a pesar de que estaba en la línea de fuego, tenía cobertura y no tenía su esencia de vida, literalmente, desapareciendo con cada segundo que pasaba. También es intrigante ver la bravuconería de Anakin yuxtapuesta al altruismo de Luke, reiterando cuán diferente era realmente la familia Skywalker de individuo a individuo.
La recepción entre los fanáticos también fue diferente porque, aunque la gente elogió a Anakin como valiente y genial, algunos fanáticos sintieron que la desaparición de Luke fue un fracaso por parte de Johnson, ya que querían ver al verdadero Luke enseñando una lección a su sobrino y ex alumno. Sin embargo, no importa cómo se haga el trabajo, siempre y cuando se haga. La estrategia y las tácticas son importantes y, como lo demostraron Ani y Luke, y como lo haría Leia en su momento, los Skywalkers son muy buenos para adaptarse e improvisar.