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Mira a la blanca; decía Isabel Muñoz para captar la atención de las mujeres del Congo

Fotografía que forma parte de la Expo Mujeres del Congo, en el Museo Nacional de Antropología

En el marco de la exposición fotográfica ‘Mujeres del Congo’ de las fotógrafas Isabel Muñoz y Concha Casajús en el Museo Nacional de Antropología, se celebró ayer una charla debate sobre esta obra y el documental de Yolanda Villaluengo, “Angalía Mzungu” (Mira al blanco), que describe, precisamente, cómo la fotógrafa llevó a cabo su trabajo en el Congo. Esa frase en suahilí que titula el documental, es lo que suelen decir los intérpretes congoleños para que el fotógrafo blanco consiga su propósito de captar una buena imagen. Isabel Muñoz siempre pide permiso para fotografiar a alguien, por lo que se sentía muy incomoda con esa frase. El tono resultaba de “dominio blanco”, el prejuicio más consolidado de las relaciones entre africanos y europeos.

En la mesa redonda también participaba la periodista de El País, Lola Huete, la directora del documental, Yolanda Villaluengo, periodista de RTVE, el joven hispano-congoleño Ngoy Ramadhani N’goma, bloguero y poeta, y el director del museo, Fernando Saez. Tras la proyección de la película, se abrió el debate donde pronto emerge uno de los temas propuestos: el arte y el compromiso. Isabel Muñoz expuso el sentimiento de impotencia que supone no poder cambiar el mundo. Su obra artística es testimonio, denuncia como mucho, pero no es un factor que pueda cambiar la situación de violencia e injusticia tan grave que se da muchas veces en el Congo.

El documental, en el fondo, es una narración sobre el proceso creativo de Isabel Muñoz. Su tema esencial no son las mujeres violadas y maltratadas del Congo, más bien es la actitud del artista hacia las imágenes que intenta captar sobre estas féminas que guardan tanto dolor y humillación. Una vez que Isabel Muñoz toma el compromiso de recoger con su cámara las historias de sufrimiento de estas mujeres, porque esa no era la motivación inicial de su viaje al Congo (era fotografiar simios), opta también por expresar los deseos de superación de estas mujeres congoleñas.

[Sumario]

Uno de los aspectos más debatidos en la mesa redonda fue la reacción que una de estas mujeres tuvo hacia su fotografía. “Bueno, bien, gracias por la foto, pero… ¿de qué me sirve a mí?, ¿qué gano yo con ello?”Contundente argumento de esta mujer que deja descolocado a cualquiera y pone en duda la validez de los propósitos del trabajo artístico, en este caso de la fotografía como valor de arte.

Sin duda, la capacidad de captar el cuerpo y la expresividad de los rostros de Isabel Muñoz con sus fotografías son suficientes elementos artísticos que fomentan la reflexión cultural; pero, la misma autora, sintió la zozobra que supone el límite entre el compromiso (el activismo social) y el mero trabajo artístico, cuando conoció lo que sentían algunas mujeres del Congo al verse en las fotos de esta exposición.

Si todavía no has visto esta excelente exposición lo puedes hacer hasta el próximo domingo 18 de junio en el Museo Nacional de Antropología de Madrid.

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