Star Wars, que cuarenta años no son nada

Ayer cumplía 40 años una película mítica. La Guerra de las Galaxias o Star Wars se hacía cuarentona y nos hacía más viejos a muchos de los niños que aferrados en nuestras butacas pilotamos un caza rebelde para destruir la ‘Estrella de la Muerte’, allá por las navidades de 1977. Sí, han leído bien, en España la película se estreno casi siete meses después de ese histórico estreno en EEUU un 25 de mayo. Los “Estrenos Mundiales” simultáneos no estaban al orden del día como en la actualidad.

A las salas de Madrid llegó un frío 7 de noviembre y los más pequeños tuvimos que esperar a las vacaciones de Navidad para disfrutar de la primera película de una saga cinematográfica que se ha convertido en todo un fenómeno cultural. Porque George Lucas, sin pretenderlo, iba a cambiar el modelo de negocio del cine en Hollywood y pondría las bases para crear todo un contexto cultural alrededor de una “simple” película. Pues Lucas, en 1977, había planificado una película de ciencia ficción con un guión simple, unos personajes llenos de tópicos y muchas ambigüedades en la trama que hacían desconfiar a los productores de la Twentieth Century Fox. Nada indicaba el éxito que luego fue.

En el fondo, esa aparente simplicidad fue la base del éxito de Star Wars. Los personajes podían ser estereotipos: una princesa de aparente fragilidad (Princesa Leia), un tipo duro estilo James Dean (Han Solo), un adolescente lleno de dudas (Luk Skywalker), un sabio anciano (Obi-Wan Kenobi) y dos tipos graciosos, al corte del ‘Gordo y el Flaco’, que eran los dos robots presentes siempre en lo mejor del argumento (C3PO y R2D2). Sin embargo, el mundo en torno a estos personajes era de una originalidad sublime, nunca vista, y los ejecutivos de la Century Fox estaban ávidos de novedades con las que vencer en taquilla a la competencia.

[Sumario]

Al final, George Lucas consiguió más financiación de sus incrédulos productores para llevar a cabo sus ensoñaciones galácticas y en marzo 1976 volaba a los desiertos de Túnez junto a tres actores semi-desconocidos (Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher) y casi ya fracasados en sus breves carreras. Que se rodase en el país norteafricano fue una de las ideas de Lucas para convencer a la productora de que no sería tan costoso recrear su “En una lejana galaxia”. Pero la ocurrencia le salió mal, la meteorología no acompañó y tormentas inesperadas dificultaron el rodaje más de lo previsto. La experiencia de Túnez sólo sería la punta del iceberg. La producción de Star Wars fue el peor de los infiernos, en palabras literales de Lucas.

Cuarenta años después, se está rodando la 9ª película de la saga. Un fenómeno que ha superado a su propio creador, ya alejado de las producciones, cediendo todos los derechos al coloso del ocio, Walt Disney. Secuelas, pre-cuelas, continuidad y vuelta al pasado. Vueltas sobre una misma idea y un mismo “mundo imaginado” que tiene millones de fan, que ha unido generaciones y que se ha transformado en un hito cultural de los siglos XX y XXI. Porque… cuarenta años no son nada si los comparamos con la épica universal y eterna de Star Wars.