El Teatro Arriaga alberga la cuarta y última jornada del ciclo que recuerda la figura del compositor italiano Claudio Monteverdi, cuando se cumplen 450 años de su nacimiento.
Se representa Duermevela, la propuesta escénica que realiza la compañía Kabia Teatro, bajo la dirección de Borja Ruiz, alrededor del Secondo Libro dei Madrigali a cinque voci, el segundo libro madrigalista de los ocho que publicó, que vio la luz en el año 1590, cuando el compositor tenía solo 22 años. Para aquel segundo libro, Monteverdi utilizó un número significativo de poemas de Torcuato Tasso.
De la interpretación se encargarán dos actores y dos actrices: Joseba Uribarri, Iosu Florentino, Ane Pikaza y María Goirizelaia. La actuación musical corre a cargo del grupo vocal Alegria4, esta vez en modo quinteto. El grupo estará formado por las sopranos Cécile Van Wetter y Hélène Obadia, la contralto Claire Geoffroy-Dechaume, el tenor Gorka Robles Alegria y el bajo Frederic Bang-Rouhet. Gorka Robles Alegria es el director musical del espectáculo.
También participa el bailarín y coreógrafo Natxo Montero, la escenografía corre a cargo de Eider Ibarrondo y el vestuario de Azegiñe Urigoitia.
Duermevela pretende ser un ensayo plástico sobre la melancolía a partir de la citada obra de Monteverdi, que combina textos entorno al estado melancólico de la mujer insomne ( sin acompañamiento musical) y escenas visuales acompañadas por la música. La dramaturgia está llena de textos de Joseba Sarrionandia, Alejandra Pizarnik, Jay Mclnerney y Alberto de Cuenca.
La obra
Una mujer en duermevela, en esa frontera entre vigilia y sueño, donde las memorias y las sensaciones se retuercen más fácilmente, cuenta ovejas como remedio para la desesperanza y el desamor. Nos adentramos en su mente, en un collage de imágenes teñidas de bilis negra que mezclan belleza y oscuridad, humor y extrañeza. En esta noche, la mujer sólo encuentra el amor, del que habla Monteverdi, en su amante más fiel, la tristeza.