Dentro de la semana de actos públicos para recibir el Premio Cervantes 2018, la escritora uruguaya, visitó en la mañana del 22 de abril, víspera del ‘Día del Libro’, la institución que más cuida de ellos en España: la Biblioteca Nacional de España (BNE).
En su tranquila charla, primera intervención pública en la semana cervantina de la entrega del mayor premio de las letras en español, Ida Vitale se mostró abrumada por el premio y confesar que no lo esperaba.
Entre sus palabras más emotivas en la BNE, encontramos otra confesión: "Como a cualquiera que empieza a leer el Quijote, descubrí que era el libro de mi vida". La poetisa rinde honor con su sinceridad al premio que recibirá del rey Felipe VI en la tradicional recepción en la cervantina ciudad de Alcalá de Henares.
Ida Vitale, aunque confiesa no haber esperado el premio, ironiza con un humor que ella llama cervantino que si lo hubiese recibido hace 10 años lo habría hecho con mayor energía. Considerando que tiene hoy 95 años, demostrando una vitalidad envidiable, con 85 años podía haber recibido el Premio Cervantes y el Nobel juntos sin problemas. La poeta uruguaya nació en Montevideo un 2 de noviembre de 1923, y está considerada una de las principales exponentes del movimiento cultural conocido como “Generación del 45”.
De este maratón cervantino que ahora aborda con energía, humor y deseos de seguir escribiendo, destaca Ida Vitale el homenaje que también hizo ayer en el Instituto Cervantes al depositar en los buzones de la Caja de las Letras del Instituto, un original de José Bergamín, que fue su maestro en la Facultad de Humanidades de Montevideo, donde Bergamín se exilió al acabar la Guerra Civil española. Junto a la obra de su maestro, depositó dos ejemplares de sus libros La luz de esta memoria (1949) y Cada uno en su noche (1960).