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La población vegetariana se dispara

La moda veggie se ha convertido en una tendencia a la que cada vez más gente se está apuntando y España se une a dicha orientación sin muchos rodeos.

Los países de todo el mundo están viendo el aumento de personas que no comen carne o que pretenden disminuir la consumición de esta. Caben destacar los países más vegetarianos como India, con un 38% de población vegetariana, mucho en parte al budismo y al jainismo; Israel, con un 13% atribuido al judaísmo; y Taiwán, con el mismo porcentaje que el anterior país, donde existe una fuerte oposición al consumo de carne desde 2007, tal y como recoge el medio cultural Libretilla.

El caso más curioso es el austriaco, cuyo número de vegetarianos ha aumentado un 300% pasando de 230 a 760 según la encuesta de Empirical Social Studies (IFES).

Alemania también se posiciona como referente de dieta respetuosa con los animales, pues el 8% de su población, 6 millones de personas, no consumen carne, según Sebastian Zösch, presidente de la Unión Vegetariana Alemana.

Con todas las cifras, el periódico ecológico Vida Verde y el periódico Cuentamealgobueno estipulan que hay más de 600 millones de vegetarianos actualmente en el mundo y que las cifras aumentan cada vez más, hasta un 10% según Zösch.

España

España en este aspecto no se queda retrasada. Hasta el 7,8% de la población residente mayor de edad es veggie, es decir, mantiene dietas vegetales (vegetarianas y veganas) o con preferencia por los productos vegetales (flexiterianas). Curiosamente, esta población no está condensada solo en grandes ciudades cosmopolitan como Madrid o Barcelona, sino que un 48,1% de esta población se sitúa en ciudades con menos de 100 habitantes.

Respecto al género, una de cada 10 mujeres es veggie lo que supone dos tercios de todos los veggies de esta región, según datos del informe “The Green Revolution” de Latern Papers. Los motivos de esta inclinación son diversos, pues el 57% de los encuestados en el informe muestran causas éticas y animalistas, siendo esta razón la predominante; el 21% se decanta por la sostenibilidad, y un 17% por salud.

Insostenibilidad de la carne

La producción de alimentos cárnicos es una de las mayores causantes de la crisis ecológica que actualmente padece el planeta.

Tal y como muestra el informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) de 2006, el ganado es responsable del 18% de los gases de efecto invernadero a nivel mundial.

Además, este tipo de explotación animal aumenta la expansión de las tierras de pastoreo que conllevan una deforestación sobre toda América Latina, pero más concreta y preocupantemente, ocupa un 70% de los bosques amazónicos.

Con la pérdida de los denominados “pulmones” de la Tierra, el efecto invernadero y el calentamiento supone un gran efecto perjudicial y devastador para el medio ambiente.

 Dicho calentamiento y efecto están producidos en parte por el metano, procedente de la fermentación entérica de los rumiantes, y por el óxido nitroso, procedente del estiércol. Ambos gases son antropogénicos.

La concienciación cada vez es mayor y los gobiernos ya están planteándose llevar a cabo legislaciones que reflejen la voluntad de respetar la vida animal que una parte cada vez más grande de la población reclama. Con la tendencia por parte de la población y la legislación pertinente se espera no conseguir un mundo vegano, sino un mundo más justo con los animales.

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