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Elegía a ‘la manada’

Una elegía: las leyes de los hombres.
Las normas cruzan con la vida
pariendo razas inconexas de seres viles.

De las ranuras de la vida supuran
con desdén, viscosas alimañas incógnitas,
podredumbre que ensucia todo el agua.

Desde el lado oscuro y desde el brillante,
el explosivo irrumpe arrastrando consigo
la dignidad habida en la vida de un instante.

La razón del verbo y la veracidad del hecho:
El futuro derrumbado, el emir no es derrocado
y los animales vitorean al pastor prohombre.

La corrupción de los restos de la carne pagada
con exiguas cifras para un futuro cercano.
Mientras, las bestias escondidas del escarnio

protegidas por las leyes de los hombres
tras rostros afectados y jocosos, sibilinos,
moradores de la misma simiente que la fe del inquilino

de las adustas butacas del poder.
Excomulgar la ley del prejuicio de la fe de la doctrina.
Aleccionar a la parte que la imparte,

otorgar el suspenso, dejar en punto y aparte,
cambiar lo necesario para honrar la vida de los buenos.
Una elegía: la ley del hombre por el hombre para el hombre.

 

Rafael Hernández, es periodista y poeta.

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