Esta tarde se celebrará un Pleno Municipal donde los vecinos manifestarán su negativa a estas instalaciones y entregarán las más de dos mil firmas obtenidas en change.org., a las que se suman cientos de opiniones y comentarios en Twitter de los vecinos, agrupados bajo el hashtag (#salvemosusera).
La Junta Municipal ha actuado de forma oscurantista, sin informar a los vecinos sobre sus pretensiones en unas instalaciones que antaño fueron un colegio, sin haberse puesto en contacto ni comunicado con ningún afectado.
Fue tras constatar la presencia inhabitual de “zoombies” y personas orientándose con GPS hacia esos locales , cuando se activó la voz de alarma. Los vecinos indignados con la actuación de la Concejala del Distrito Usera Rommy Arce, han inundado de pancartas los balcones de sus viviendas y llamado a la movilización.
El lugar elegido por la empresa Concuidado S. L. (dirigida por dos trabajadoras sociales) está entre dos parques infantiles que servían de recreo a los niños del antiguo colegio Búsmar y un centro psicopedagógico de atención integral a la infancia, donde muchos padres acuden con sus hijos para recibir apoyo educativo y orientación.
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Según la Abogada y Administradora de Fincas Alicia Berzal, representante de la mayoría de las comunidades de vecinos afectadas, durante una reunión celebrada a instancias suya, en las instalaciones, donde estuvieron 35 personas de la zona, las promotoras del albergue informaron que no existirá vigilancia pudiendo acceder a esas instalaciones a cualquier hora y cada uno con su propia llave, sin ninguna supervisión, indicando que “solo puede haber problemas en caso que alguien de esas personas deje de tomar su medicación.
Concuidado S. L. cuenta con otros centros en el barrio de Usera (calles Juan Español e Isabelita Usera). En el segundo únicamente elaboran y reparten bocadillos durante la campaña, pero en el primero tras su llegada, los problemas entre esta población marginal y los vecinos se han acentuado.
Se da la casualidad que en la zona elegida varias viviendas han sido ocupadas y en algunas -según fuentes policiales- se sospecha que existe “menudeo de drogas”. A lo que se suma la actividad de un conocido grupo de graffiteros (con firma RTS) quienes los fines de semana se dedican a ensuciar y degradar la zona con sprays, sin respetar fachadas, ascensores, garajes, establecimientos, marquesinas, quitamiedos, etc… y cuanto se pone a su alcance, forzando al Ayuntamiento a una limpieza permanente que dura hasta el fin de semana siguiente.
En esta zona juegan muchos niños pequeños y los vecinos están asustados. Temen que la política populista de Ahora Madrid y su abandono municipal, convierta estos barrios en ghettos inhabitables. Demandan bibliotecas, centros culturales, educativos, ocupacionales y de ocio que saquen de la calle a tantos jóvenes cuyos fines de semana se concentran en esos aledaños para hacer “litronas” y fumarse unos porros.
Algunas familias han tenido que hacer auténticos esfuerzos para vender sus viviendas, temiendo la marginalidad y el futuro educativo de sus hijos, para “huir” a barrios “mejores”.